Encuentro

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Disclaimer: Los personajes son de sus respectivos autores.

Capítulo único: Encuentro.

Un veinticuatro de diciembre más en ese país tan lejano al suyo, un veinticuatro de diciembre nevado y no caluroso. Cuando era un niño eso le hubiese atraído tanto, pero después de vivir siete años en este lugar siendo un adulto, no tenía ese condimento especial. Quizás el vivir lejos de su familia le pesaba bastante. No sabía, pero el joven de treinta años se sentía tan vacío estos días.

Miró por la ventana, la ciudad estadounidense estaba totalmente negra. Las luces que la iluminaban hacían embellecer el lugar. Para cualquiera sería así, pero a él le aburría.

Suspiró. Sería mejor salir un rato y después hacer la tradicional vídeo llamada a Buenos Aires para sentir algo de esa calidad familiar. Aunque lo que más falta le hacía era alguien.

—Manuel —soltó el nombre sin dejar de mirar esa luz dorada que le recordaba los ojos de aquel chileno.

Martín se preguntaba cómo un noviazgo de apenas un mes, hacía más de siete años, podía haberle pegado tanto actualmente. Recordó esa novia que tuvo por cinco años y ni le había dolido terminar, pero con Manuel...

Podía recordar ese día que se despidieron en el aeropuerto, él yéndose a Nueva York, el castaño hacia Chile.

—Si nos hubiésemos ido al menos dándonos un beso —suspiró, como lo hacía todo el tiempo al recordar aquel joven de cabellera café.

Podía recordar que separaron con un poco de frialdad. No porque se llevaban mal o hubiesen terminado en las peores condiciones, simplemente fue así porque el chileno no quería sufrir despedirse de él.

Un mes de noviazgo con la intensidad que nunca el corazón del rubio había sentido. Y eso que el mismo chileno le había dicho que no se ilusionara que en un mes ya no se verían. Pero ¿cómo no podía? Lo amó tanto que aún siete años después, nunca más volvió a interesarse en nadie. Muchas chicas se le acercaban con otras intensiones y él simplemente rechazaba lo más cortes posible. Nunca había podido sentir nada por nadie de esa manera más que por el chileno.

Sacudió su cabeza y decidió despejar la mente. Tomó un saco del perchero y salió de su departamento, iba a ver si podía dejar de pensar en él este momento.

Al subirse al ascensor, una mujer lo detuvo y se le quedó mirando totalmente. El rubio prefirió ignorarla, la verdad no le interesaba. Escuchó que le habló y notó un acento un poco diferente, así que la vio. La mujer era hermosa, una cabellera abundante negra y la piel oscura, con una sonrisa que mostraba todos los dientes. Sonrió un poco por cortesía nada más, porque no quería parecer grosero. El rubio un poco le incomodaba estas cosas.

La mujer le hablaba y él simplemente se sintió algo hastiado. Volvió a mirarla y aplicó un poco de indiferencia, notando que esa mujer con el suéter verde y rojo con un reno en medio, sólo le hablaba. ¿Acaso no se daba cuenta de su mirada? Bufó.

—Perdón, soy latino, no entiendo nada de lo que dice —paró el elevador y bajó, sin importarle que faltaban unos pisos. Prefería bajar caminando y no escuchar a nadie.

Sabía que estaba arisco, pero para estas fechas siempre era así. Y que le coquetearan le molestaba bastante más aún. Siempre trataba de ser gentil, pero en esta fecha no podía. Siempre que alguien se acercaba con intensiones romántica, sentía que no sólo él, sino, su cuerpo lo rechazaba. Incluso cuando una vez había pensado en ya dar la vuelta la página y fijarse en alguien, en la primera cita había llegado a enfermarse, dándole fiebre y desmayándose en el restaurante.

Navidad en Nueva York [ArgChi]Where stories live. Discover now