Capítulo 4: Un nuevo amigo.

7 1 0
                                    

sigue haciendo amigos. Así para es más divertido.

Sí que vas a divertirte. Estos amigos van a hacer que desaparezcas de mi vida para siempre.

Hoy Aura va a acompañarme a hablar con este chico. Es ese tal Marcos del que me hablaban todo el rato el primer día de clase. Esperemos que su primo psicólogo pueda hacer algo con este tipo.

¿Con Marcos?

No, contigo. Calla ya.

- Te está hablando ¿no?

- Sí. Dice que para él es mas divertido cuantos más amigos tenga. Vamos, que quiere provocar que yo os haga daño...

- No va a conseguirlo. Yo sé que te ocurre y podré ayudarte a pararle los pies cuando te controle.

- Gracias Aura, de verdad. - Esta chica siempre me hace sonreír. Supongo que esos son los amigos de verdad.

Ahí está Marcos. Habrá que ver si es de confianza.

- Hola Marcos. Mira te presento a Dafne, la chica nueva.

- Ah sí, viniste hace un par de días. Le echaste un par de huevos cuando te fuiste al baño sin permiso el otro día. - Se parte de risa. Si él supiera...

Ahora que lo pienso, ya entiendo por qué tiene a todas las chicas loquitas. Pelo negro y ojos verdes. Metro ochenta. Es bastante atractivo. Pero para ligar estoy yo ahora.

- De eso queríamos hablarte Marcos... Dafne tiene sus motivos para hacer lo que hizo. Digamos que sufre una extraña ansiedad y necesitaba ir a relajarse.

- ¿Y por qué no se lo dijiste al profe? Te habrías evitado el parte.

- Estoy emancipada, que más me da, si yo puedo firmar mi propio parte. - eso le ha sorprendido. Se nota en su mirada. Normal. Emancipada a los diecisiete...

- Y ¿qué necesitáis?

- ¿Tu primo es psicólogo cierto? Necesitamos saber que tipo de enfermedades trata.

- Pues... no se... trata a enfermos sexuales, también sabe algo de psiquiatría... no se... que queréis exactamente.

- Esquizofrenia. ¿Trata tu primo esquizofrenia? - Me está mirando con una cara de esta tía esta loca...

Pártele la cara y así no te mira mal.

Ya habló el pesado de turno.

Si los mataras a todos no habría problemas. Viviríamos felices, tu y yo solos.

El problema es que no me interesa seguir contigo, "amigo"...

- ¿Para qué necesitáis a alguien que trate esquizofrenia?

- Bueno pues... verás... es para... un trabajo de...

- Es para mí. Soy esquizofrénica y necesitó ayuda ya. Es urgente, ayer mandé a mi vecina al hospital por culpa del capullo que habla en mi cabeza. - Se ha quedado con la boca abierta. Como no la cierre le van a entrar moscas. Y no creo que sea muy agradable eso...

Hazselo probar.

No empieces y cállate.

- Pues... no se... hablaré con mi primo a ver si puede ayudarte... pero... ¿qué le hiciste a tu vecina?

- La di lejía en vez de harina.

- Oh...

- Marcos, por favor, no le digas esto a nadie, podría hundirla. La tratarían de loca.

- Lo estoy.

- Da igual, tú no digas nada eh.

- Tranquilas, mi boca está sellada. Debe de ser muy duro para ti.

- Pues sí, pero no me mires con esa cara de pena. Me pone nerviosa.

Te lo dije. Cárgatelo.

- Ya empieza...

- No le escuches... Escuchanos solo a nosotros ¿vale? No entres en su juego. No le hagas caso.

- Eso intento, por eso siempre llevo conmigo esto. - Saco mi caja de música y se la enseño.

- Es una caja de música, ¿verdad? ¿Esto te ayuda a evitarle?

- A dejar de escucharle durante unos momentos.

- Pues no te preocupes. Ahora tienes más de una caja de música.

- ¿Cómo?

- Aura y yo seremos tus cajas.

- ¡Sí! ¡Eso es!

- Pues... gracias. - Cada vez estoy menos sola. No ha sido tan mala idea esto de empezar a ir al instituto.

No, no lo ha sido. Ya verás lo que me voy a reír cuando le provoques un cortocircuito a los ordenadores de informática.

Eso no va a pasar. Marcos y Aura estarán ahí para evitarlo.

Me los quitaré de en medio. No te preocupes por eso.

Di lo que quieras. Esta vez es diferente. Somos tres contra uno. Y nosotros existimos, tu solo estás en mi cabeza.

A veces es mas fuerte tu mente que misma.

Ya veremos quien gana amigo... Ya lo veremos...

Mi caja de música.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora