A quien mas ame...

VIII

El suave sonido del bep... bep... bep... La había despertado, habrío los ojos lentamente la delgada enfermera que estaba a lado suyo cambiando los antibióticos la hizo despertar por completo y el porque estaba ahí.

—Me alegro que halla despertado señora Hawkeye, el médico vendrá dentro de poco a verla.

Lo primero que hizo Riza fue tocarse el vientre y comprobar que ya estaba vacio.
Fue muy rápido...

Había llegado a su departamento, echa una furia, empezó a desvestirse asta quedar completamente desnuda para entrar ala regadera y esperar el chorro de agua helada y respirar profundamente, se quedó debajo asta que la piel se le arugo, fue cuando sintió la primera contracción pero la dejo para pasar, habia resistido mas dolor antes, no pasaba nada más.
Poco rato después alimento a su mascota y se sentó un rato a leer.
El tiempo pasó para finalmente irse a dormir y de nuevo el dolor.
No fue de eso de las tres de la mañana que la fuente se le rompió, y por supuesto no estaba dispuesta a llamar al general de brigada, por eso llmaria a Rebeca quien enseguida llegó en un taxi, la acompañó asta la sala de urgencias y después el llanto....

—Menos mal que ya despertastes amiga... Todo salió bien... Quisiera ver al bebé pero ya es hora de que me valla, no pedí permiso y puede que mi jefe me mate, pero vendré más tarde.

—Gracias Rebeca....
Rebeca conocía perfectamente a Riza y estaba segura que algo andaba mal ... Muy mal.
Pero se marchó con un pendiente en su corazón.

En cuanto su amiga se marchó apretó fuertemente los ojos y el llanto de apoderó de ella.
No toco el desayuno, mucho menos su comoda.
En cuanto el médico obstetra llegó le dijo que parecía como si tubiera una depresión postparto pero Riza no hablo, solo lo ignoro.

Un rato después los pechos de Riza se encontraban llenos e inchados le dolían y la leche se le empezaba a escurrir.
A lo lejos por el pasillo se escuchaba las rueditas de un carrito y un llanto.
Y era como si el llanto y sus pechos se sincronizaran porque sentía unas puntadas en su pecho.
Una imagen retorcida apareció en la entrada de su habitación.
El llanto era a pulmón abierto.
ÑA! ÑA! ÑA!
Y sus senos parecían contraerse al ritmo del llanto.
La voz quebrada de Riza salió como un susurro ala anciana enfermera.

—Por favor ... Se lo suplico... No me aga esto...
—No.. soy yo la que te suplica, no tenemos nodriza y necesita comer.
Riza negó con la cabeza.
—No entiende...
La anciana paso y puso al bebé en la esquina .
—Alimentalo por favor... Antes que se marché a su nuevo hogar.
Y el llanto seguía...
Pasaron alrededor de 5 minutos cuando por la puerta se abrio dejando pasar a Rebeca con un bonito peluche en sus manos.
—Por Dios! Riza! Que le haces a ese bebé!!
Riza seguía mirando al vacío como si ese llanto la matará, no ... No podía alimentar al hijo de un maldito.

—oh! Dios mio! Pero que hermoso estás !!!
Se nota que as heredado lo peor de tu padre!
Todo su carácter !
Pero tú eres más guapo!!! —Rebeca le hablaba de una manera muy dulce, dejo el muñeco en la cunita médica y saco al bebé de la cuna. — eh! Riza que bien escondido lo tenias! Esta idéntico a Mustang!

La cara de horror de Riza al escuchar esas palabras como si fuera en cámara lenta.
Eso era imposible!
Por qué... !! Era totalmente imposible!!!

Con dolor se incorporo y sentó en la cama.
—Eso.. es imposible Rebeca....
–Por favor Riza! No trates de ocultarlo!
Sus ojitos ! Boquita! Asta la naricita! El cabello! está peludo !!

—Ese niño es hijo de Solf J. Kimble....
   Es producto de una violación...

—Riza... Yo.. lo siento tanto...
Rebeca quien siempre tenía una contestación para todo esta vez se quedó callada.

—lo daré en adopción, se supone que no tenía que ver... – Riza levantó la mirada— es un niño?

Rebeca quien mecía al bebé que no dejaba de llorar asintió con la cabeza.

—Riza ! escuchame por favor ! Hay alguna posibilidad de que sea hijo de Mustang??
Tal vez vallas a cometer el peor error de tu vida !
Por favor ! Tienes que mirarlo!

Riza lo pensó un momento... No quería recordar ese día....
Sus senos se contraian cada vez más y algo en su corazón se arremolino.
Solo será un momento ... Se dijo a sí misma.

—Damelo...
Riza lo tomo, el llanto empezó a cesar poco a poco asta que finalmente fueron tiernos soniditos y el pequeño bebé buscaba con su boquita el seno, Riza se abrió la bata y lo alimento.
Se sujeto a ella y la leche bajo.
Desesperado por el alimento el pequeño bebé se atragantó y abrió los ojitos, ese color que conocía ala perfección.
Un azul tan oscuro como el de la noche y no uno azul claro como el del enemigo...
Entonces unas lágrimas silenciosas calleron en sus mejillas asta caer en la sabanitas azules, tomo la manita del bebé y la acaricio, asta sus manos tenía sus dedos.
Como era posible que Dios o la verdad o la alquimia jugará así con la vida ese bebé era la copia exacta en miniatura....
—De quien más ame....
Lo dijo en un susurro Riza.
—Dijiste algo Riza?
—Es su hijo... Es el hijo de Roy Mustang.
—Tenia razón... Te dije que era probable que fuera de él ! Para nadie es secreto que ustedes siempre antes tenido una relación.

Pero Riza ahora con más calma pensó fríamente las cosas y es que antes del incidente no había estado con Roy sería a lo mucho más de un mes, después quedó embarazada y fue asta su cuarto mes que se dio cuenta del embarazo y solo podía significar algo ...
Si alguna vez me llegó a salír del camino... Por favor disparame, te confío solo a ti mi vida...

—Fue el... Todo este tiempo fue el!

Miro al bebé y ahora no podía entregar lo en adopción, era el producto de una violación, Si!
Pero ala vez era hijo de Mustang!
Por qué nunca le dijo la verdad!

Termino darle de comer y lo acosto a dormir ella misma.
Se levanto de la cama y se quitó todo los cables que tenía encima.
Se puso unas pantuflas del hospital.
Estaba lista para enfrentar lo !
—dame las llaves del auto teninte Catalina!
La orden salió así nada más .
—Riza ! No creo que....
—No se debe desobedecer a un superior Teniente Catalina!
De mala gana Rebeca le dio sus llaves.
—Teniente!
Se quedará aquí ! Cuidara a mi hijo! Nadie sale ni entra a esta habitación asta que yo vuelva!
—Entendio!
Riza salió así como estaba del hospital, y si conocía perfectamente a Mustang sabia donde se encontraba y salió a toda velocidad directamente hacia alla.

Riza llegó asta el cementerio y como si se tratase de una broma empezó a llover fuertemente, ese tipo de lluvia tan fría que cala los huesos.
El dolor en su vientre por su alumbramiento la doblo de dolor, al no estar más conectada al medicamento el dolor llegó terrible a un hizo su camino asta la tumba de el General de Brigada Huges y pudo visualizar a Roy...

Roy abrio los ojos lentamete, habia llegado, Riza habia llegado.
La mirada de Roy era tristesa absoluta, Riza estaba pálida, con el cabello totalmete mojado,
la bata de hospital estaba pegada a su cuerpo, y pequeños hilillos de sangre caian por sus piernas.
temblaba de frio.

—porque...?
yo... que daría la vida por usted,
lo seguiría asta el infierno.
que lo e amado desde el momento que piso mi casa....
lo amo desde que soy una niña—las lagrimas caian por sus mejillas y puso su mano derecha en su pecho—la persona que amo, como? me pudo hacer esto!
No puedo!!!

Las lagrimas caian por si solas.
Roy le arrojo la pistola a los pies.
Riza la tomo y le apunto.

—Te estaba esperando mi amor...
Solo tu,Riza...
eres la unica que puede terminar con mi vida.

Roy se levanto y camino de rodillas asta donde estaba Riza, tomo la pistola y la puso en su frente.

—Dispara me...

El sonido de la bala se camuflajio con un trueno que se escucho a lo lejos.