Georgelittle

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Años atrás...

– Disculpen, con permiso. Necesito pasar – Decía el joven Joshua – ¡Malinda! Necesito decirte algo. ¡MALINDA!

Joshua se abría paso entre los estudiantes del Centro de Enseñanza y Artes GeorgeLittle, el colegio tenía más de 100 años de estar en funcionamiento. Miles de estudiantes había recorrido los pasillos del Centro Educativo, cientos de sueños habían atravesado las puertas de las aulas...

– Creo que Loco-Little te llama, Malinda – dijo Cora, la mejor amiga de Malinda – mejor apresurémonos para que no te vea.

– No digas eso, Cora, yo sí quiero verlo ¿Por qué no te cae bien?

– Es todo tonto...Se la pasa en el suelo ¡Mira ya se cayó! JAJAJAJJA– Se burlaba Cora desde lo más profundo de su ser.

El pobre Joshua caminaba a duras penas por el corredor para llegar al amor de sus ojos...

– Malinda – dijo Josh agotado – Necesito decirte algo que desde hace tiempo lo llevo pensando.

– ¿Sí?... Dime – dijo Malinda con sus pupilas muy dilatadas de la emoción.

– ¿Es que...

*RING-RING-RING*

La campana replicó por todo el colegio, era un sonido muy irritante, a muchos no les agradaba.

–Ya debemos de entrar, Malinda, apresúrate, que el señor ArrowLittle no le agrada que lleguemos tarde; nos puede cerrar la puerta – dijo Cora con un poco de malicia, pero era verdad. Al señor Arrowlittle no le gustaba que sus alumnos llegaran tarde, era un caballero de unos 40 años al que le agradaban las boinas y leer a montones, además era un hombre sabio y justo, tenía mucha presencia...

– ¡Lo siento Josh! Será en el almuerzo, creo – dijo Malinda mientras su amiga la arrastraba y le hacía una mueca a Joshua.

– Está bien – dijo Josh mientras se quedaba extrañado por la cara de Cora – ¡Nos vemos!

Los minutos pasaban y Joshua sentía que eran años, ya quería llegar a la hora del almuerzo y decirle a Malinda cuanto la amaba, besarla, abrazarla y que fuera solo suya, sin embargo debía esperar...Él estaba en clase de matemáticas con la Profesora Treelittle, la más aburrida del mundo. Fue la peor espera de toda la vida de Joshua...

*RING-RING-RING*

Sonaron las espantosas campanas de la institución. Cuando éstas terminaron, un estruendo salió de los parlantes del colegio:

– ¿Listo, Carl? ¿Ya puedo hablar? ¡Ok!– dijo una voz grave y fuerte – ¡Buenos días queridos estudiantes! Les habla su director, el joven y majestuoso Malcolm Applelittle, les deseo un buen almuerzo y un lindo fin de semana, no saben cuánto los quiero, se despide Mr. Applelittle. Ya termine Carl, apaga esto ¿Carl? Carl apágalo, no sé cómo apagar esto ¿CARL?

Cuando Mr. Applelittle dijo su torpe discurso todos los estudiantes se dirigieron al comedor, allí habían muchas sillas y mesas, era un lugar ameno para almorzar con los amigos y charlar un poco, la cocinera era una señora muy amable, siempre tenía una sonrisa para todos y se pasaba riendo por todo, era un amor.

– ¡Buenos días, Malinda y Cora! Jjijiji ¿Cómo están? Jijiijij

– ¡Buenos días, Mrs. Joylilltle! Estamos bien– dijeron las jóvenes al unísono

– Me alegro, aquí tienen ¡Ay! Jjijiji

Las dos amigas se dirigieron a una mesa en el centro del comedor, se sentaron y conversaron un poco sobre chicos y paseos a la playa cuando de repente alguien gritó:

– MALINDA LIGHTLITTLE... ¡TE AMO!– dijo Joshua de pie en una de las mesas del comedor

– ¿QUÉ? – Le dijo Cora a Malinda – Ese hombre está loco, Malinda ¿Qué piensas hacer?

Malinda miró a su amiga, pero no le dio importancia a lo que dijo. Se subió a la mesa y gritó

– ¡Y YO A TI! JOSHUA LUCKLITTLE

Todo el mundo empezó a chiflar y a gritar llenos de júbilo. Joshua corrió hacia Malinda y la besó...

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