«CAPÍTULO TREINTA Y CINCO»

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—Hey... a todos nos eliminaran en algún momento ¿Si? Tranquila—colocó una mano en el hombro de Charlie, Namie.

—Menos al que gane—Charlie miró de lejos a los concursante que quedaban—. En serio les deseo mucha suerte, son las únicas buenas que quedan.

—¿Buenas?

El dedo de Charlie señaló hacia donde estaban el grupo de los concursantes que quedaban. Ambas chicas sintieron como se les erizaba la piel en tan solo un segundo, podían ver el aura negra que cada uno botaba.

Era como verlos a cada uno en cámara lenta.

Bill sonriendo malicioso mientras tiraba estrellas de mar.

Channel sonriendo retorcida mientras su cuerpo se bronceaba bajo el sol.

Megan mirándolos mal desde lejos.

Will riendo a carcajadas de chistes crueles que le contaba Paige con una inocencia socarrona.

Trent al lado de su hermana con la misma sonrisa y unos caros lentes de sol.

Y Logan... bueno... Logan era torpe no había nada de malo en él.

—Bien... esto me empieza a asustar un poco—confesó Alex abrazándose a ella misma.

—Los villanos son mayoría, que Dios las ampare.

—¡Cállate, Charlie! ¡No ayudas!

Y la última sonrisa escandalosa de la chica se hizo escuchar, sacó sus pegatinas y miró a sus compañeras con una tierna sonrisa.

—¿Amigas para siempre?

—Cuenta con eso—sonrió Namie.

—¡Claro que sí!

Y después de pegarles las pegatinas en las mejillas, Charlie abordó la lancha para alejarse de la isla.

[...]

—¡Ese es mi bracier! —chilló Channel llamando la atención de todos los que estaban en la sala, ya que había llegado siguiendo a su hermana.

—¡No lo es! ¡Es el mío! —exclamo Paige aferrando el bracier a ella antes de que su hermana se lo quite.

Billgard, William, Trent y Logan detuvieron su juego de monopoly para girar a ver a ambas chicas que discutían como si sus padres le hubieran dado más dinero a la otra.

—¿Se pelean por un bracier? —ladeó la cabeza Bill.

—Así son siempre—intervino Trent contando todo el "dinero" que tenía.

—¡Es mío porque la copa es grande!

—¡Somos gemelas tenemos la misma copa, Paige!

—Hey, nenas—ambas chicas voltearon a ver al rubio que hablaba—. Dejen de pelear por ese bracier—la mirada del rubio pasó a su chica—. Yo feliz de que no uses bracier, en realidad.

Los colores subieron al rosto de la chica mientras se escuchaba un grito no muy masculino por parte del hermano de las chicas. William, por su parte, no había podido retener la soda en su boca y la había botado al pantalón de Logan.

—¿¡Que cosas dices MacGraw!?

—La verdad, cuñadito.

—Agh cállate, idiota—gruñó las chica quitándole a la menor el bracier, aprovechando que estaba distraída.

—¡Oye es mío!

—¡Que no!

—¿¡Entonces dónde está el mío!? ¡Lo vi esta mañana!

Drama en la IslaWhere stories live. Discover now