Un momento inesperado

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En unas semanas corrió la voz por diversas granjas y establecimientos mi eficacia y profesionalidad en el trabajo, y me llovieron diversas ofertas de trabajo, todas ellas de pocas horas, ya que no había grandes empresas por la zona, y fui aceptándolas distribuyéndomelas para poderlas hacer desde casa, la mayoría de las faenas eran de contabilidad y gestiones administrativas.

Me monte un despacho en una de las habitaciones de la casa, donde coloque un escritorio y diversas estanterías en las paredes para poder archivar la documentación de mis “clientes”.

-Que raro que sonaba esa palabra “clientes”-me dije, nunca había imaginado que acabaría montando una empresa de gestiones administrativas. En realidad nunca había pensado en tener un negocio propio y aunque fuera pequeño, era suficiente para tirar adelante.

Arancha me venia a cuidar al pequeño mientras yo trabajaba y a cambio por la tarde le daba clases particulares, los exámenes los tenía en una semana y yo había prometido ayudarla con ellos, después de los exámenes, en las vacaciones de verano tendría mas tiempo para ayudarme y yo tendría un poco mas de tiempo libre.

Esta semana fue un caos, tuve que ir de una empresa a otra, recopilando datos y organizando las tareas que tenían muy descuidadas ya que para ellos era una faena secundaria y era un gran desahogo poder delegar esas faenas en mi, ya había conseguido trabajar para dos granjas, una carpintería, un taller mecánico, y una pequeña fabrica de piensos, y por las tardes las clases intensivas con Arancha .

-Espero que le vaya bien el examen-me dije sentada en el sofá esperando que Arancha volviera de hacerlo, la verdad es que estaba nerviosa, se había esforzado mucho estudiando y se merecía una buena nota, aunque para saberla todavía tendríamos que esperar una semana mas. En ese momento sonó la puerta y fui a abrir.

-Que como ha ido?-

-Creo que me ha ido genial, la verdad que lo he encontrado mas fácil de lo que creía- contesto contenta.

-No creo que haya sido fácil, mas bien es que tu ibas muy preparada- le conteste riendo

No me dio tiempo a cerrar la puerta que se presento también la señora Araceli.

-Niña, acabo de verte llegar, como te ha ido?- dijo esta

-Muy bien, estoy muy contenta-respondió

-Pues yo creo que os merecéis las dos una fiestecita, porque esta semana habéis trabajado demasiado o sea que esta noche me quedo con el bebe y vosotras os vais a bailar un poco al bar del pueblo que me han dicho que los viernes por la noche ponen música para que bailen los jóvenes, algo así como un pub- parloteo rapidamente entusiasmada con la idea.

Me pare a pensarlo brevemente, mientras Arancha me suplicaba dando saltos de alegría,

Hacia mucho tiempo que no salía de noche y por que no? Al fin y al cabo con la señora Araceli sabia que dejaba al bebe en buenas manos.

-Esta bien me parece buena idea, necesito descargar un poco de tensión y no me vendría nada mal- conteste con entusiasmo.

Me di una ducha rápida después de cenar, me arregle y me maquille para la ocasión, hacia mas de un año que no salía de “marcha” y ni siquiera sabia cuales eran las tendencias del momento, pero me encantaba la música y tenia ganas de bailar, prepare las cosas para cuando llegara la señora Araceli, cuando lo tuve todo preparado esperaba nerviosa a que llegaran.

-Que tonta- pensé-parece que sea la primera vez que salgas- me dije a mi misma siendo consciente que con el pequeño no tendría muchas mas oportunidades de salir por la noche, se que ocasionalmente podría contar con la señora Araceli, pero el pequeño era mi responsabilidad y el ocio quedaba en un segundo lugar. En ese momento sono el timbre.

-Ya estamos aquí- dijeron mientras que les habría la puerta.

Cogí el bolso y me gire antes de cerrar la puerta con una cierta pena mirando a mi bebe.

-Márchate ya niña tonta- dijo la señora Araceli- El pequeño esta en buenas manos, he criado a cinco hijos y ya que no puedo criar a mis nietos porque estos viven lejos lo cuidare como si fuera mío.

-En eso no tengo ninguna duda, solo que me da pena...- conteste sonriendo

Y cerré lanzándoles un beso desde la puerta despidiéndome de ellos.

Entremos en el bar donde ya comenzaba a ver ambiente, Salude a Ana que estaba en la barra sirviendo frenéticamente.

-Benditos los ojos que te ven-me dijo esta-a ver si vienes una mañana de estas, que conversemos un poco, por que esta noche...

-Si últimamente ando con mucho trabajo, pero descuida que la semana que viene me escapo un día sin falta-le conteste

Nos sirvió las copas que le habíamos pedido y nos fuimos hacia la pista de baile que habían improvisado en el bar con mucho gusto.

Arancha comenzó a saludar y presentarme a diversos jóvenes, la mayoría de los pueblos cercanos y compañeros de instituto de ella, a pesar de ser mas jóvenes que yo me sentí muy cómoda con ellos,

Hable durante un tiempo con una compañera suya, que se entero que yo era licenciada en empresariales y me bombardeaba a preguntas sobre el tema, ya que ella había escogido la misma carrera, después me rescato Arancha sacándome a bailar junto a dos jóvenes.

Por un momento vi como Arancha miraba detrás mío con cara de boba y me gire para ver que es lo que miraba.

En ese momento casi me caigo cuando choque contra el pecho masculino que estaba detrás de mí.

-Que haces tu aquí?- me dijo Alex el vecino

-Perdón?-Respondí sin entender lo que acababa de escuchar

-Con quien has dejado al niño?-volvió a preguntar este

-A ti que te importa-exclame indignada-nos conocemos de algo? Para que te tomes esas confianzas.

-Solo creí que eras una buena madre, y no eludías tus responsabilidades-respondió

-Y lo soy- respondí enfurecida- he dejado al niño en buenas manos, por supuesto, quien te crees tu que eres?

Este se giro y salió del local dejando mi pregunta flotando en el aire, y mi cara roja de la ira y la indignación.

Quien se ha creído este que es para juzgarme? Que le importa lo que haga yo con mi vida? Por que me pregunta por mi hijo si siempre que lo veía mostraba indiferencia? Por que se ha dirigido a mi, si mas nunca habíamos hablado desde el día que fui a presentarme?

Y un gran escalofrió de miedo me recorrió de pies a cabeza, mientras pensaba en las  posibles respuestas.

Corrí hasta mi casa y no respire hasta que no tuve a mi hijos en brazos, con los ojos inundados en lagrimas...

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Partiendo de zeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora