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- Mmh... sabia que te gustaría.- le dijo Ryo coqueto.

Rika río.

- Me alegra haber... perdido mi virginidad contigo.- dijo, haciendo figuras abstractas con su dedo índice en su torso.- ahora mismo deseo que seas el primero y el último.

Ryo sintió su corazón latir rápidamente por la emoción.

- Yo también deseo eso, cariño.- dijo, acariciando su labio inferior con el dedo pulgar, y luego devorarla con un beso intenso.

Se levantaron de la cama y se bañaron juntos. Y de que manera... las constantes caricias que brindaba Ryo en el desnudo y mojado cuerpo de Rika hacia que bañarse fuese aun mas interesante y excitante. Después de un rato de diversión, salieron, se vistieron y bajaron al primer piso para preparar el almuerzo ya que era demasiado tarde como para desayunar. Mientras Rika cortaba unos vegetales, el teléfono de la sala sonó y Ryo fue a contestar. Después de un tiempo, él se le acerco y le paso el teléfono.

- Es tu mamá, quiere hablar contigo.- le dijo Ryo.
Rika cogió el teléfono y corrió hacia las escaleras subiendo. Ryo observó el excitante movimiento que hacían sus muslos al subir cada uno de los peldaños, perdiéndose en la vista de su hermoso culo. Pestaño cuando la vio desaparecer y trato de concentrarse en la cocina.
Solo entonces cuando Rika entró en su cuarto se atrevió a contestar.
- Hola, mamá.- habló ella, con cierto nerviosismo en su voz. Dios, le helaba la sangre con tan solo hablar con él.
- Hija, ¿Cómo estas?- pregunto ella, tan tosca y fría como siempre. Rika sabia que en lo más profundo de su corazón solo fingía preocuparse por ella.
- Bien.
- ¿Has estado estudiando?- preguntó, como si estudiar 3 horas diarias no fuera suficiente.
- Si, mamá.- dijo, con un leve temblor en la voz.- ¿Aun sigues enojada?
- Si, y lo seguiré estando hasta que subas tus calificaciones.- su voz era firme. Rika sintió como algo en su interior se rompía.- recuerda que tienes que hacerle caso a todo lo que te diga Ryo. No quiero más problemas sobre ti después.
- Si, mamá.- repitió. Si hablaba más su voz se quebraría.
- Bueno, si no tienes nada más que decirme me voy.
- mamá.- lo llamó Rika antes de que colgara.
- ¿Qué?
- Te quiero.
- Yo igual.- y colgó.
Rika apretó los labios, en un intento por no llorar y bajó el teléfono de su oído. El ser rechazada por su madre la hería, era como si fuese una vergüenza para ella ser su hija. No le importaba que su madre la haya castigado 1 mes por sus bajas calificaciones, si no le dolía que la tratara como una basura. Hasta su padrastro la trataba mucho mejor que ella.
Sacudió su cabeza tratando de alejar esos malos pensamientos y se levanto de la cama, prometiéndose a si misma ser una mejor hija para que su madre se enorgulleciera de ello... un sueño por el cual ah estado anhelando y hasta el día de hoy no ah logrado conseguir.  

Un tio sucio.-Ryo y Rika(Digimon Tamers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora