Un amor de juventud se había reencontrado y ambos estaban listos para comenzar a construir esa nueva historia. Eleazar más que nada sabía que momentos así era únicos, y Emily comenzaba a comprender poco a poco.

El sol entrando por la ventana con gran resplandor fue lo que lo despertó, y como una luz más brillante fue para Eleazar ver a "su princesa" al lado de él, luego de tantos años todo aquello que había soñado era una realidad, y la mujer que amaba; estaba con él, como su esposa.

—¡Buenos días! —saludó al ver que despertó.

Buena sorpresa se llevó ella, al despertar y verlo observándola.

—Buenos días, ¿Cuánto tiempo llevas así?

—No hace mucho, parece que se nos olvidó cerrar cortinas—sonrió.

Un toc, toc en la puerta los interrumpió. Eleazar se levantó a ver qué sucedía. Había dado la orden de que no se les molestaran a menos que fuera una emergencia.

—¿Sucede algo? —preguntó ella, al ver la reacción inmediata de su esposo.

—Espero que no —respondió y agarrando su arma fue a ver quien era—. ¿Cuál es la emergencia? —preguntó al ver a Lagarto.

—Perdone patrón, pero la señorita Maya está aquí, dice que necesita que la ayude —agregó.

—¿Viene sola?

—Sí, pero parece que alguien le disparó. La soltamos ayer y sí su versión es cierta todo indica que la intentaron matar anoche.

—¿Trae algo que me interese?

—Una buena carpeta que dice, tiene toda la lista de los movimientos de Mouro.

—Llévala a la caballería, enseguida voy para allá —dijo, y cerró la puerta.

—Voy contigo —agregó Emily.

Había escuchado perfecto, aunque Lagarto dijo todo en voz baja.

—No creo que sea buena idea.

—Yo creo que sí, no voy a permitir que me hagas a un lado en todo esto, y no pienso discutir contigo a un día de casada.

A Eleazar no le quedó otra que aceptar, por lo que luego de vestirse inmediatamente fueron a las caballerizas. Maya llevaba una herida de bala en una pierna, y un rose en el antebrazo, además de ciertas señas que indicaba habían intentado estrangularla.

—¿Quién te hizo eso? —preguntó Emily al verla.

—Mouro, estaba muy enojado porque Leonardo Burgo no apareció en la boda y me acusó de ser su cómplice —dijo con dificultad.

—Lagarto, necesito a alguien que la atienda inmediatamente —ordenó Eleazar.

­—Enseguida patrón —respondió Darío, y salió en busca de alguien.

—Lamento interrumpir justo en su luna de miel, pero no tengo a donde ir o al menos no, a un lugar seguro. Sé que este es el lugar más seguro que puedo encontrar.

—¿Qué le hace pensar eso? —preguntó Eleazar con indiferencia, a pesar que había pedido a alguien que la atendiera parecía poco le importaba estuviera en peligro o no.

—Esto —respondió mostrando un folder que llevaba con ella—. En el encontraran toda la información respecto a los tratos que tiene dentro y fuera del país con organizaciones criminales y miembros del gobierno. Sólo que hay un problema.

—¿Cuál? —preguntó Eleazar mientras hojeaba los documentos.

—Que son muchas las personas que están dentro del gobierno y han aceptado sobornos.

Huracán ✔️Where stories live. Discover now