Capítulo 7.

46.3K 4.2K 1.5K
                                    

7 | El número del camarero.

7 | El número del camarero

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

ALAN THOMPSON.

Nuestra mente trabaja tan rápido que envía reflejos por todo el cuerpo en una milésima de segundo y reaccionas al instante. Sin embargo, hay momentos en los que te quedas pasmado y no sabes qué hacer. Ese momento, en él que puso sus manos sobre mi cintura, mi cerebro se activó, pero no reaccionó. Me congelé.

—Oye, puedes... —comenzó, apretando sus manos y tuve nervios. Me estaba mirando con sus ojos cafés, esperé a su siguiente acción con paciencia, no podía saber qué le ocurría a mi sistema y sentí un cosquilleo en mi estómago. ¿Me iba a besar? —. Puedes quitarte —sentenció y me apartó del lavamanos.

¿Cómo diablos pude pensar en algo tan serio con ese idiota? Desde ese momento me di cuenta de que un beso es muy importante, no solo por el hecho de hacerlo, sino por sentirlo. Fue más que seguro que no sentiría nada con los labios de él. También sabía su orientación sexual y que no le gustaba, pero sentir su tacto se sintió bien, fue gratificante.

«Cállate, Alan, no te hagas ilusiones, por eso terminaste con el corazón roto la última vez. Siempre te ilusionas muy rápido que es como un golpe inmediato. Y eres el único que sale lastimado por entregar todo».

—Oye, qué cortés —solté con sarcasmo. Miraba su forma de lavarse las manos, pero me concentré en su espalda, era tan grande y debía tener mucha fuerza.

—Bueno, estabas obstruyendo mi camino. —«Maldito idiota con músculos, ¿qué cree que soy? ¿Un estorbo?» Me quedé en silencio. Mientras negaba con la cabeza—. Yo puedo hacer todo, así que no te sorprendas tanto.

Se volvió para encararme, y me echó encima el agua de sus manos, no pude evitar dirigirle una mirada de fastidio. Me sequé la cara con la toalla, antes de que él se acercara hacerlo. Lo dejé reírse.

—Cállate, no eres lo mejor del mundo que digamos. —Le lancé la toalla para que parara con su juego, y él la tomó y se secó las manos.

—¡Eres necio! Soy lo mejor de lo mejor. No lo ves. —Lo inspeccioné de pies a cabeza, tenía buen cuerpo y una cara preciosa, pero no era lo mejor, no para mí. Así que negué con la cabeza—. Ay, con este hombre, tendremos que ir al optometrista.

—No estoy ciego. Y ya utilizo gafas por si no lo ves. Sólo digo la verdad, no eres lo mejor de lo mejor —alegué mientras me cruzaba de brazos.

—Oye, me estas insultando.

—Si tomas la verdad como un insulto, te estas cegando a ti mismo. —Me quedó mirando, otra vez jugamos con la mirada y le sonreí cuando apartó la mirada. Esa vez había ganado yo. Pasé por su lado todo valiente y orgulloso de mi gran logró.

—Qué te cojan —soltó antes de que saliéramos del baño.

—Cuando quieran. —Me mordí el labio, le guiñé el ojo y salí del cuarto.

MOONLIGHT Ⓓ (#1) (EN FISICO)Where stories live. Discover now