Capítulo 7

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(Liam)


Fui a comisaría y mientras espera en la sala de espera a poder pasar a hablar con el sheriff fui a mirar el tablón de desaparecidos. No había nada sobre Teresa.

-Liam, ya puedes pasar –dijo Lara.

-Gracias.

Pique a la puerta y escuche a Iván, el sheriff, dándome paso.

-Buenos días, sheriff.

-Liam, llámame Iván. Creo que ya nos conocemos lo suficiente como para tutearnos. Por Dios si yo vi como tu madre te cambiaba los pañales.

Iván es amigo de mis padres desde siempre, que yo sepa. Es como un tío para mí y mi hermano.

Solemos colaborar con él en rescates y tal ya que al vivir en la montaña sabemos movernos por allí.

-¿Qué te trae aquí?

-Pues vera... es complicado.

-¿Un niño perdido arriba?

Cuando decía arriba se refería a la parte alta de la montaña. Que en este tiempo era lo peor que podía pasar, ya que había avalanchas y no se podía acceder a no ser que fuera con un helicóptero y eso conllevaba mucho riesgo.

-No, tranquilo.

-¿Entonces?

-Digamos que encontré a alguien que necesita ayuda.

-Vale, ¿ayuda de qué tipo?

-Pues no estoy muy seguro de por dónde tirar.

-Explícame que ha pasado.

-Me es complicado de explicar. Pero cuando fui de cacería con Ethan encontré a una mujer atada a un árbol en el bosque.

-¿Atada? ¿De qué manera? –pregunto confundido.

-Como si fuera un perro, con un collar. Desnuda.

-¿Qué? Es difícil de creer lo que dices, Liam.

-Lo sé. Ni yo mismo me lo creía cuando la vi. Estaba atada como un perro. Desnutrida, se le notaban todos los huesos y herida por todas partes. El caso es que la acogí en casa y...

-Espera ¿Eso ha sido hoy?

-No, ya hace días. No estaba para poder dejarla sola.

-¿La has estado cuidando?

-Pues claro. Ahora ya habla, no se le notan tanto los huesos y parte de sus heridas se han ido, la que se sigue notando es la del collar.

-¿Sabes algo de ella?

-Se poco. Sé que se llama Teresa pero no se su apellido. Antes de que yo la encontrara seguramente la trataban de perro o algo así.

-¿Por qué lo dices?

-Por el comportamiento que tenía cuando la recogí. Como esperando a ser castigada a la mínima.

-¿Así que quieres ponerla en el tablón de desaparición, no?

-No –conteste rápidamente.

-¿No? ¿Por qué?

-Porque hay gente en el pueblo que la busca. Y lo más seguro es que sea para seguir tratándola como hasta ahora. A saber cuánto tiempo lleva así.

-Entonces lo que tiene que hacer es denunciar la situación.

-¿Qué pasara cuando denuncie?

-Pues que irán a juicio y si sale a su favor lo más seguro sea que los que la acosan vayan a la cárcel.

-¿Se tendrá que enfrentar a ellos, cara a cara?

-Por supuesto.

-Pero yo no quiero que ellos la vuelvan vean. Y menos que estén en el mismo edificio que ella.

-Es el procedimiento a seguir, Liam.

-Me niego. Debe de haber otra opción.

-Te puedo asegurar que no se podrán acercar a ella.

-Pero...

-¿Por qué estás tan protector con ella?

-Pues porque... no lo sé.

-Entiendo –dijo sonriendo- tráela aquí a ver qué podemos hacer. Al menos podremos identificarla y darle una documentación o algo que la pueda ayudar.

-De acuerdo. Ahora está comprando con Ethan. En cuanto acabemos me pasare con ella.

-De acuerdo. Te espero. Tengo ganas de conocer a la chica que te ha vuelto así –dijo riendo.

Me despedí de Iván y fui directamente a la tienda de Dolly. En pocos minutos llegue. Entre y rápidamente pude ver a Ethan y Dolly hablando al fondo de la tienda. Me acerque a ellos y salude a Dolly.

-¿Y Teresa? –pregunte a Ethan ya que no la veía por la tienda.

-En el probador.

-Voy a ver si necesita ayuda.

Fui hasta los probadores, pero ninguno estaba ocupado. Así que mire otra vez por la tienda pero Teresa no estaba.

-¡Ethan! –Le llame- ¿Dónde está Teresa?

-En el probador –dijo llegando a mi lado.

-No, ahí no está y por la tienda no la veo.

-¿Qué dices?

Empezamos a recorrer la tienda de un lado a otro, hasta que llegue a la zona de calzado cuando una mano me agarro en bajo del pantalón.

Di un salto por el sobresalto. Al bajar la vista vi como la mano que me había agarrado se volvía a esconder tras una pila de cajas. Así que me agache y quite una caja de la pila. Teresa estaba al otro lado echa una pelota, temblando como un flan y moviendo los ojos de manera descontrolada, no me miraba.

-Teresa –dije susurrando.

No reacciono. Por lo que le puse suavemente la mano en el hombro, lo que provoco que ella se sobresaltara y me mirara. Inmediatamente se lanzó a mi cuello, me rodeo con sus brazos y escondió su cara en mí. Le agarre en un abrazo y empecé a frotar su espalda para calmarla.

-¿Qué ha pasado? –pregunte susurrando.

Teresa respiraba de manera rápida, estaba empezándome a preocuparme de que empezara a hiperventilar.

-Dime ¿Ethan ha hecho algo mal? –pregunte para distraerla.

-No –contesto.

-Vale. Entonces ¿yo he hecho algo mal?

-No –contesto rápidamente.

-¿Quién ha hecho algo mal?

-Es... Esta... Esta ahí –dijo tartamudeando.

-¿Quién está ahí, cariño?

-Dueño.

Se me cayó el color al entender lo que había pasado. Teresa había visto a la bestia que la había atado al árbol.

-Está bien. No te va a tocar ni un pelo ¿entendido? –La tranquilice- Ethan.

-¿Qué ha pasado? –pregunto apareciendo a mi lado.

-Trae el coche a la parte de atrás. El bestia que la dejo en el bosque está en la calle y ella lo ha visto, nos la llevaremos por detrás. ¿No te importa, verdad Dolly?

-No por supuesto –dijo sorprendida de la escena.

-Traeré el coche, luego me quedare con Dolly un rato por si acaso.

-De acuerdo.

Ethan salió rápidamente a por el coche.

-Teresa, nos tenemos que mover ¿entendido?

Ella solo se apretó contra mí.

-Entiendo. Te tendré que llevar –dije cogiéndola en brazos.

AtadaWhere stories live. Discover now