2. Una fiesta para recordar

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-¡Ya es hora!¡Llegaremos tarde si es que no mueven sus culos de ahí ahora mismo! Grité para que Charlotte y Amber dejaran de mirarse en el espejo de una vez por todas.

-¡Ya vamos, solo 1 minuto más! Me gritó de vuelta Amber.

Amber es la que tiene más personalidad de las 3, es divertida, carismática y amistosa, siempre está invitada a todas la fiestas posibles y los chicos la aman aunque no es como las putas baratas estilo Alison, vaya si que odio a esa zorra. Físicamente es muy bella, tiene ojos de color azul cielo y cabello castaño claro, piel clara y es delgada pero con curvas.

Charlotte siempre está haciendo locuras era un poco fría pero con nosotras es un amor. Siempre sabe que decir para subirte el ánimo, es lo mejor que puedes pedir de una amiga. Físicamente es rubia de ojos cafés y piel casi morena.

Por último estoy yo, tengo el cabello castaño largo y sedoso, los ojos cafés y la piel casi morena al igual que Charlotte. Soy delgada también pero no me consideró tan linda como mis amigas. Yo soy la más tímida de las 3 y pocas personas los saben todo de mi.

Alfín vi salir por la puerta a Amber y Charlotte se veían bellísimas. Yo también me sentía bella, cosa que hace mucho que no sucedía. Me puse mis zapatos negros nuevos y el vestido, me alisé el cabello y me puse un maquillaje sutil mas marcado en los ojos. Nos subimos en el auto de Amber y llegamos 20 minutos después.

Cuando baje del auto vi la hermosa y enorme casa de Alison, era un mansión realmente enorme y bella. Lo único que mi boca pudo soltar fue:

-Wow

Nos dirigimos a la entrada caminando sobre nuestros tacones altos. Al entrar por le puerta principal todos los ojos se posaron en nosotras, algo que para mi es bastante incómodo ya que nunca nadie me prestaba atención pero ahora todos nos miraban como leonas acechando a sus presas. Me sonrojé.

-¿Y ahora que? Pregunté desanimada

-Vamos Em, ánimo, esto es una fiesta. Me intento animar Charlotte.

-Como sea yo voy a tomar algo de ponche o una cerveza la sed me está matando. Dijo Amber mientras tomaba a Charlotte del brazo y la tiraba hacia la cocina. Charlotte me hizo señas entre la gente para que las siguiera, pero honestamente no tenía muchas ganas de ir con ellas.

De pronto me di cuenta de que estaba en el centro de una masa de personas, tenía que salir de allí, me estaba ahogando. Intenté deslizarme entre las personas que bailaban y sostenían sus vasos llenos de alcohol para poder encontrar una salida pero no vi nada. Seguí buscando. Ya estaba media mareada, cuando choque con una chica rubia, alta y con un vestido tan ajustado y corto que parecía como si su trasero se fuera a salir de allí en cualquier momento. Cuando se dio vuelta, me di cuenta de que la zorra de vestido con la que había chocado era Alison.

-Vaya, vaya mira a quien tenemos aquí. Que andas TU haciendo por aquí, creí que no te gustaban las fiestas. Dijo con malicia.

-No es de tu incumbencia zorra barata.

-¿¡A quien le dices zorra barata!? Andate con cuidado que a mi no me tratas así sarnoza.

-Como quieras Alison no tengo ganas de discutir con prostitutas. Le dije escupiendo la palabra prostitutas. Realmente no tenía ganas de pelear con nadie, aún seguía mareada por el exceso de gente.  Amber tenía razón, si que iba a haber muchas gente. Luego de un buen rato de buscar una salida que realmente no encontré... Pude divisar una ventana. Me iba a asomar para tomar aire cuando se me acerca un chico. Creo haberlo visto en algún lugar antes, no recuerdo su nombre pero si su rostro.

El chico me ofrecío un vaso con cerveza, acepté con una sonrisa, realmente necesitaba algo de tomar. Me di cuenta de que intentando avanzar entre la gente sudas tanto como si estuvieras bailando. Me asomé por la ventana a tomar aire mientras bebía breves sorbos de mi vaso de cerveza hasta terminarme hasta la ultima gota. Una vez me sentía mejor, decidí dirigirme hacia una de las zonas en las que todo estaban bailando, justo en el momento cuando comenzó a sonar mi canción favorita. Realmente se me subió muchísimo el ánimo al escucharla, me convencí de bailar un rato, total fue mi cumpleaños y además estaba en una fiesta.

Bailé una canción tras otra sin medir el tiempo en que estuve bailando en la pista. Me sentía viva, feliz. Quizás debería tomar en cuenta esto de salir de fiesta más seguido. 

Todo iba perfectamente bien hasta que de la nada sentí una fuerte mano que me agarraba de la cintura y ma atraia hacia el para luego besarme torpemente. Mis ojos de agrandaron como platos al ver quien era. 

Arthur.

Intenté zafarme pero el seguía besándome. Por un momento volví a sentir aquellos besos que el me daba cuando estábamos juntos. Tiernos, suaves, cálidos y apasionados al mismo tiempo. Pero a no era lo mismo. Reaccioné rápidamente y logre apartarme de el para darle una sonora cachetada. Lo golpee tan fuerte que sentía como la palma de mi mano ardía.

-¿¡Que rayos te sucede Arthur!? Le grité

-Va-vamos sabes que te gustó nen-na. Me respondió totalmente ebrio, mientras acariciaba su mejilla golpeada.

-Arthur estás más que ebrio me das asco. Le grité nuevamente. Y era cierto me daba asco, me repugnaba verlo así. Idiota.

-¿A que te refieres? Yo-yo estoy super muy bien... porque yo t-te extraño nena

-Dejas de hablar porquerías y vete a casa antes de que te desmayes.

-NOOOOO, ¡Yo te amo!. Se lanzó al piso a llorar como un bebé, gritando que me amaba. Todos se dieron vuelta curiosos para ver quien gritaba. Me pusé rojisima, la vergüenza me estaba quemando la piel.

-Por el amor de Dios, Arthur, basta ya! Lo levanté del piso y lo llevé a una silla.

-Arthur prometemé que no vas a volver a hacer una escena así. Lo prometes.

-N-nooo. Dijo casi en un susurro.

-Imbécil. Dije resoplando. El muy tarado se había quedado dormido. ¿Cuantas cervezas se había tomado? Ni idea pero mejor era dejarlo ahí. 

Había 2 cervezas arriba de la mesa al lado de la silla en la que estaba Arthur. Me la términe de 2 sorbos. Ya eran alrededor de las 1am y estaba cansada. Me dispuse a encontrar a Charlotte y Amber. Hace horas que no las veía y ya con las cervezas la gente y el humo del cigarro comenzaba a marearme. Milagrosamente vi una salido me dirigí con entusiasmo hacia la puerta cuando sentí que el cuerpo se me caía y me mareaba, entonces pensé en la cerveza que me había entregado el chico con cara familiar. ¿Qué mierda tenía esa cerveza?

Ignorando el malestar. Seguí mi camino hasta la puerta cuando de pronto choque con un chico que se estaba besuqueando con una chica de largas piernas y cabello negro, me parece que la había visto en alguna parte también.

-¡Que mierda te pasa!¡Fijate por donde vas! Dijo sin siquiera darse vuelta. Cuando terminó de darse la vuelta su cara de enojo cambió. Me quedó mirando perplejo. Yo también lo miré.

Solo podía mirar su hermosos ojos cafés, que me miraban fijamente. Me undí en la profundidad de ellos, dejándome ir.

Lo único que recuerdo fue desvanecerme en sus brazos. Luego todo se volvió negro.

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¿Qué les parece hermosos lectores? Plz comenten quiero ver que les parecio para seguir escribiendola :) Besos Obesos Para Todos.

AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora