Capítulo 43| Rescate

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Luego de discutir mucho tiempo un plan donde nadie terminara siendo asesinado o quedándose eternamente en el tártaro logramos concluir con un plan de escape. Era algo arriesgado, pero no teníamos otra cosa para salir rápido de aquí. Hades necesitaba beber del néctar de los dioses para que su inmortalidad no se acabe. Obviamente que Apolión se quiere hacer cargo de lo más pesado y Gemma se ofreció a ayudarlo después de todo ella ya no tiene nada más que perder. Styx se veía re asea a las preguntas que le realizaba Apolión acerca de algo que paso mientras yo estaba usando mis poderes y Gemma no parecía cansarse hasta que obtenga respuestas.

- Entonces Styx ahora nos dirás por que estabas gritando "es ella" a viva voz - inquirió la rubia fantasmal rondando a la diosa que limaba sus uñas sin despegar la mirada de sus perfectas manos. Los ojos oscuros pero llenos de lucecitas miraron a Gemma para luego sonreír y dejar la lima para tomar uno de los mechones de la fantasma.

- Gemma ¿verdad? - pregunto Styx tocando los cabellos de la fantasma, asintiendo con la cabeza la morena prosiguió - Te pareces tanto a tu madre - una sonrisa malvada surco en los labios de Styx y la mirada curiosa de Gemma desapareció y la tristeza apareció, pero intento que no se notara fingiendo una sonrisa.

- Me lo decían mucho - la fantasma se adelantó en la caminata y dejo a la morena atrás que la veía con una mirada de satisfacción. Tenía ganas de gritarle a Styx que se callara que no hablara de esa manera, pero ella no me escucharía y seguiría diciendo cosas sin sentido.

- Eso fue cruel Styx, Gemma solo intentaba saber qué es lo que escondes tanto - le hable en susurros a la diosa tomándola del brazo para que se girara a verme.

- Ella no tiene por qué saber nada de lo que yo haga Diana, es mejor que no se meta donde nadie la llama - soltando su brazo de mi agarre Styx volvió a limar sus uñas siguiendo a los demás en el camino.

No le pude contestar por que unos mareos seguidos de ganas de vomitar me agolparon y tuve que escóndeme para arrogar el desayuno que habíamos ingerido entre corridas. Las náuseas y vómitos habían sido mínimos, pero ahora no podía evitar estar cada una hora vomitando todo lo que comía es como si a mí bebé nada le cayera bien. Había evitado que Apolión me viera en esta situación, pero algunas veces no lo logre como en esta ocasión. La mano fría de mi novio sostuvo mi frente mientras que yo seguía arrojando el contenido de mi estómago. Comencé a llorar cuando mi estómago quedo vacío pero fue por vergüenza de que Apolión me viera en esa situación y las hormonas me estaban poniendo muy sensible.

A P O L I Ó N💀💀💀

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A P O L I Ó N
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Diana estaba muy avergonzada por lo que acababa de pasar, pero es algo normal en su primer trimestre de embarazo y algo muy natural de lo cual no debería de ocultarme quería estar en todas las etapas del embarazo. Besando su frente no pudimos tener un momento intimó por los gritos que nos sacaron de nuestro escondite.

El hijo de Hades y Persefone [1.3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora