Una simple necesidad [ Timothée Chalamet ]

Capítulo 30

Scott rio sin humor frente muy cerca de mi, podría sentir lo tenso que estaba que me hizo reír ligeramente sobre su incomodidad y impotencia

-Todo el tiempo creí que ______ tenía  buen gusto, pero veo que estaba equivocado - dijo con presunción

¿Porque tanto empeño en ______? Estaba completamente seguro que solo era una excusa para pelear, en el y en mi no había relevancia el tema de ella, simplemente busca como golpearme con algún argumento de respaldo

-Scott de verdad, tus comentarios no me calan,mira la pizarra - señalé mi nombre - Y observa los gusto de ______ , ya entendiste? No me preocupa

-Hasta que te aburras de ella, aunque no creo que tardes demasiado, normalmente no sabes de lo bueno - se encogió de hombros

-Buscare tardar más tiempo que tú de mariscal - finalice

Scott apretó su puño y volvió a reír, era tan gracioso verlo morirse de enojo y tener que limitarse a reír falsamente

-¿Ella y tu...- dijo con problemas para terminar aquella pregunta, porque por obvias razones, el buscaba un NO de respuesta, reí con lastima hacia el

-Eso seria algo que no te incumbe  y...- el entrenador interrumpió

-¡ROBBINS, CHALAMET! ¿VAN SEGUIR BESÁNDOSE A ESCONDIDAS O VAN A ENTRENAR! - la voz del entrenador se hizo escuchar desde el campo

Giré dándome la vuelta sin más que decir camino a la salida, el brazo de Scott detuvo mi camino

Me dio un empujón que por instinto se lo había regresado bruscamente mientras aún sostenía mi brazo

-Esto no se va a quedar así, cuidado - Apretó su mano en mi brazo

-Es mejor acostumbrarte   a pasar el resto de tu último año como un reemplazo de mariscal -

Me solté brusco de su agarre tumbándolo unos centímetros de mi y volví a dirigirme a la salida , antes de salir giré de nuevo

-No quiero peleas Scott , pero no dudaré en responderte si no te controlas - salí del vestidor  dejando atrás a Scott

Charlie se acercó a mi a chocar su palma con mi espalda

-Felicidades hermano, serás un gran mariscal - palmeo mi espalda fuertemente

-Que marica Charlie, no llores - bromeé tomando velocidad y mi casco empezando a correr al rededor del campo como los demás

-Probablemente sea otro el que llore - hizo señal con sus ojos en dirección a Scott que mantenía un ritmo lento y a la defensiva del grupo

-Espero que se le pase, otro en la banca no nos vendría mal - reí

Charlie pasó de reír a quedarse completamente mudo y sorprendido en cuestión de segundos (cosa que significa peligro, corre) o al menos hasta ahora, si lo lo hacía cuando Melissa estaba cerca

Trague en seco negando con la cabeza y los ojos cerrados deseando que no fuera lo que estaba pensando

-Mierda, ¿es ella? - pregunte llevando mi mano a mi cabeza comenzando a desesperarme

Charlie negó rápidamente mientras seguía hundido en su pensamiento desconocido observando detrás de mi espalda a lo lejos