Parte 25

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Narra Olga:

Se podia ver el poder de esta mujer saliendo de sus poros. Ella se quedo quieta mirandonos y luego miro sus manos. El castillo a nuestro alrededor comenzo a derrumbarse lentamente pero yo no podia dejar de mirar a la mujer frente a mis ojos, despues de tantos años, de tantas mentiras, de tanto sufrimiento, ella, ella finalmente estaba frente a nuestros ojos.

-Mis niñas..-Dijo sonriendo- Lograron el objetivo de toda su vida..reunirse..ser fuertes... encontrarme.. -Dijo-

No pude evitar ponerme a llorar, creo que todas estabamos asi, hasta Venecia que es la mas dura de las tres estaba llorando sin mostrar mucho interes en esto. Ella estaba un poco mas dolida por todo lo que sufrio en su casa cuando era pequeña. Ursula estaba en las nubes, como siempre, pero feliz, lloraba de la felicidad que tenia en su pecho. Yo no pude reaccionar de una manera diferente, incluso salte a sus brazos para abrazarla.

-Mama... mama... -Dije llorando en sus brazos-

-Me abrazo- Mi pequeña Olga.. mi bendecida por el viento... mi niña menor

Ursula tambien la abrazo- Mi Ursula.. mi bendecida por la lluvia misma.. mi niña hermosa

Venecia se quedo llorando frente a nosotras. Todas las miramos pero ella no quitaba la mirada de nuestra madre. Hace años que no sabia de su existencia, ¿Que esta esperando para tirarse en sus brazos para por fin estar con ella?

-Venecia..

-Estuve años sufriendo.. sufriendo por querer salvar a los mios... sufri cuando supe que no eran mis padres,sufri por haberlo asesinado, sufri seis años en prision.. sufri... sufri tu ausencia.. y ahora que estas aqui, quiero que no estes. ¿Como pudiste mandarme a una familia como esa?

-Mi niña... mi bendecida por el rayo.. la mas fuerte de las tres.. mi niña mayor.. ven a mis brazos y acepta el perdon de esta madre

-Llorando-

-Estire mi mano- Tomala, no seas tan terca

Venecia se tiro en sus brazos repitiendo miles de veces la palabra "mama" diciendo que la perdonaria toda su vida si se queda con nosotros para siempre, y fue lo que prometio hasta que la tormenta decida llevarsela con ella para siempre. El castillo desaparecio dejandonos ver a Fabricio, Juan y Hernan, nuestros tres guardianes. Ellos voltearon y vieron a nuestra madre con nosotras acercandonos a ellos. Sus rostros de sorpresa y alivio eran muy evidentes. Al mismo tiempo e inmediatamente, los tres se arrodillaron frente a mama.

-Reina Aluna

-La miramos- 

-Mis tres guardianes. Nacidos y bendecidos con el don de cuidar de mis tres bendiciones y de mi.. hicieron un trabajo impecable por eso -Levanto la mano sobre sus cabezas- Seran recompensados con salud, vida, amor.. -Chasqueo los dedos- 

-Fabricio levanto la mirada para verme y volvio a mirar al suelo-

-Nuestra mayor recompensa es su bienestar, mi señora -Dijo Juan- Y el de sus hijas -Se pusieron de pie-

-Ahora tenemos que irnos -Dijo Fabricio- Seguramente Julia ya debe saber de su despertar por eso tenemos que ponerlas a salvo en el cielo

-¿En el que? -Dije y miramos a mama-

-¿Cielo dijo? -Dijo Ursula

-Si, en el mismisimo cielo azul -Dijo mama- 

Todos nos pusimos en ronda tomados de las manos para que Fabricio recite las siguiente palabras

-Durem Urex Du men Cielo -Dijo y desaparecimos de la tierra- 

Las Salvadoras TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora