La Tienda de las Almas

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Pareja: Ninguna~

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Himaruya y esto es solo uno más de mis delirios~

Summari: "La tienda de las almas, donde llegan los pedidos de las personas a cambio de sus almas. Relato simple sobre uno de mis personajes, narración libre que hice en el mes de octubre"

Advertencia: No lo sé, probablemente referencias que nadie más entienda acá XDD Suelo hacer eso, meter referencias que solo yo entiendo, en fin, eso no afecta a la historia, no teman y lean con confianza...

Notas de inicio:

Les contaré mi nueva historia de dolor y sufrimiento, resulta que estaba dispuesta a trabajar como loca todo el mes de Octubre porque ya saben que lo amo, y mi lap se murió, mi Tablet se descompuso y el celular me dura muy poco cargado. Fin (¿?)

Como sea, esto lo escribí entre ratitos (noches más que nada) y lo revisaba en cibers~ Si no lo subí hasta ahora era porque no quería que esto viera la luz o porque siempre lo olvidaba XDD

Como dije es una historia simple~

La razón por la que lo estoy mostrando al mundo.... No lo sé, realmente ya no quiero enviar nada a la trituradora (¿?) Quizás...

One, Two, Three ¡Go!

~*~ La Tienda de las Almas ~*~

La tienda de intercambio de Almas era ese lugar en el infierno donde llegaban las solicitudes de invocaciones.

Sí, con tanta gente sobre poblando el mundo, hasta el infierno debía ser organizado y cuidadoso.

Había gente que, en lugar de acudir a Dios, acudía a Lucifer, y al igual que los ángeles cumplían los deseos de los creyentes, Lucifer enviaba a sus demonios a cumplir los deseos de los condenados.

La tienda de las almas era eso, un lugar donde se canjeaban las almas por un deseo, deseos de todo tipo, amor, dinero, salud, conocimiento.

En este caso los demonios eran más rápidos y efectivos cumpliendo deseos, pero el precio era alto y engañoso.

Los deseos llegaban en tarjetas y él se encargaba de escribir en ellas el nombre del demonio que podría ayudarlos, y entonces el demonio en cuestión era trasladado hasta el invocador.

La luz se encendió en señal de un nuevo pedido, el demonio lo miró, lo que aparecía en las tarjetas de papel era la dirección, nombre y deseó solicitado.

En ese caso decía así.

<< Londres, Inglaterra.

Solicitante: Inglaterra.

Deseo: Indefinido. >>

Cada tanto les llegaba, ellos tenían orden de ignorar esas peticiones.

Pero con esa ya era la sexta en el mes que el llevaba en ese trabajo, sintió curiosidad, escribió su nombre en la tarjeta, puso la tarjeta en "aceptar deseo" y una luz lo absorbió de pronto.

Cuando todo acabó, se encontró en medio de un pentagrama dibujado con tiza, el pentagrama estaba dentro de un círculo para protección del invocador, aunque... solo funcionaba con los pequeños demonios escamosos que ellos adoptaban como mascotas.

Inglaterra se sorprendió al verlo, nunca aparecía nada cuando hacía sus invocaciones, pero ahí estaba, dentro del círculo, un demonio de verdad.

La Tienda de las AlmasWhere stories live. Discover now