Amor de café (Xiumin y Tú)

·~·Capitulo 23·~·

[Narra Xiumin]

Había pasado una semana desde la muerte de la madre de _______ y de Taemin. No la había visto en todo este tiempo, nunca se acercó a la cafetería y cuando iba a la empresa de su familia decían que no se encontraba.

No me sentía seguro de ir a su casa, hoy las cosas estaban muy tranquilas en la cafetería y podíamos estar más tranquilos con Kyungsoo y Jongin.

-Xiumin, alguien ha venido a verte – dijo Jongin entrando a mi oficina.

-¿Quién es?

-Tendrás que verlo tú mismo.

Cuando salí de mi oficina vi a la hermana de ________.

-Señorita Jung... ¿necesita algo?

-Hola Xiumin, tengo que hablar contigo sobre mi hermana a solas.

-Jongin por favor encárgate mientras estoy hablando con la señorita – sabía que él también estaba muy preocupado por ______, pero entendía que su hermana solo quería hablar conmigo y se fue del lugar sin decir nada.

-Por favor, pasa a mi oficina – entramos en ella y cerré la puerta por seguridad - ¿quisieras un café?

-No quiero molestar.

-No es molestia, es algo que me apasiona – tenía una pequeña máquina para hacer café y le preparé el café que le gustaba a _______ – aquí tienes, espero que te gusté.

-Muchas gracias – tomo el café y se sorprendió mucho – este café...se parece al de mi abuela, nunca pensé volver a probar este sabor.

-Ese café le gustaba mucho a _______, cuando venía lo pedía.

-Me lo imagino, mi abuela y ella siempre fueron mucho más unidas por todo esto – dejó el café a un lado- necesito tu ayuda con ella.

-¿Le sucedió algo?

-Mi hermana no es la misma de antes, desde la tragedia que paso en nuestra familia, no quiere salir de su habitación, siempre está llorando y no está comiendo muy bien. No quiere hablar con nadie y tal vez seas la única persona con la que quiera hablar, por favor ayúdame.

Fuimos a la casa de la familia Jung y la casa era muy diferente a cuando vine por última vez que vine, el clima se sentía muy pesado. Me llevaron hasta donde era la habitación de ______ pero al estar frente a su puerta no sabía qué hacer.

-¿Viniste a ver a mi tía? – Era un niñito pequeño – ella no está bien, ya no juega con nosotros, por favor señor ayude a mi tía.

Me puse a su altura y le acaricie su cabello.

-Ayudare a tu tía en todo lo que pueda, pronto será la que era antes y no tendrás que preocuparte por nada.

-Hijo, por favor no distraigas al joven – lo tomo de la mano – les prepare su comida favorita, despídete del joven.

-Hasta luego Señor.

Se fueron del lugar y me atreví a tocar la puerta de su habitación pero no recibí respuestas, no quería incomodar pero entre de igual manera. La habitación estaba muy oscura, sus cortinas se encontraban cerradas y ella estaba recostada en su cama.

-Ya dije que no deseo nada, se puede retirar ahora – noté que lo decía como una costumbre, ni siquiera levantó la mirada para saber de quien se trataba.

-No pienso dejarte sola otra vez – por fin ella se levantó un poco.

-Xiumin...

-Soy la peor persona del mundo, te deje ir muchas veces porque pensé que te iría mejor sin mí y volví a cometer el mismo error, te deje sola en un momento muy difícil, debí pensar cómo te sentías y al pasar por algo igual a ti debí hacer lo que no hicieron conmigo.