09_ La verdad

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Adrien estaba en su oficina, con papeles en mano pero no los leía.

En su mente no pasaba nada más que el rostro de Marinette mientras dormía.

Por obviedad le dolía todo el cuerpo por dormir sentado y ni hablar del cuello.

Quizás luego le pida a Marinette que le haga un masaje.

-Buenos días hermano, traigo leche y galletas.

Nino se acercó a él y el rubio suspiro profundo.
En ésos días se había acostumbrado a desayunar con Marinette pero hoy Nathalie le dio el día libre por lo que todavía no despertaba.

"Ojalá y pudiese estar con ella."

Suspiró profundo y miró a su amigo con seriedad.

-Oye Nino, es raro que no me gastes ni una broma. - dijo y el moreno lo miró confundido.

-¿Por qué te gastaría una broma?- preguntó y Adrien fruncio el ceño.

¿Cómo es que Nino se hacía el que no sabia nada?

Era obvio que Marinette se burló de él y les contó a todos de su pijama y que se orino en la cama.

Pero... ¿qué tal si no? ¿qué pasaba si era un error de él?

¿Podría ser que su dulce y tímida amiga no lo haya traicionado?

-¿Marinette no les había dicho?- preguntó con sus sentimientos confundidos.

Por una parte quería oír que no para así tener a la Marinette que tanto aprecia pero por otro lado no por que vaya que le hizo pasar cosas al creer que ella era malvada.

-¿Qué cosa? Últimamente está en éso de que tú la intimidas pero nadie le cree. - explicó antes de irse y Adrien quedó con la mirada en blanco.

¿Marinette no le dijo a nadie todas las cosas que habían pasado hasta ahora?

No se podía quedar con las dudas.

Se puso de pie y se dirigió a la habitación de su amiga mientras Plagg lo seguía.

¿Cómo sería la relación de ésos dos cuando Adrien descubra la verdad?
.

.
Marinette estaba durmiendo con una sonrisa y un pié fuera de la cama mientras que las almohadas estaban en el suelo.

Ésa cama era tan suave pero...

De pronto le empezaba a dar calor.

Despertó y se sentó sin abrir sus ojos mientras se levantaba la remera para quitarsela.

-¡Marinette!

Un grito la hizo abrir los ojos y vio a Adrien parado a los pies de la cama.

¿Por qué estaba sonrojado y se estaba cubriendo el rostro pero no los ojos?

Éso era...

-¡Rayos!

Se dio cuenta de lo que pasaba y bajó su remera para mirar a su amigo sonrojada y apenada.

¿Por qué ésas cosas siempre le pasaban a ella?

Adrien, aún sonrojado, dio un suspiro profundo y agarró una de las almohadas que estaba en el suelo.

-S-sé que esto es repentino ya que te lo pregunté una vez, pero... ¿tú te reiste de mí por verme con pijama de conejo?- preguntó y la chica se tapó la nariz para impedir el derrame nasal al recordar ése día.

Se seguía lamentando por no tomar una foto.

-¿Por qué me reiria? Me pareció que te veías muy adorable y me dio ganas de hacer un pijama de animalito para mí. - explicó con una sonrisa que hicieron al corazón de Adrien palpitar de manera loca.

Viviendo en la mansión Agreste Where stories live. Discover now