Robandote el amor

Capitulo 2

Hola, hola hola finalmente he vuelto luego de mucho tiempo con un nuevo capitulo de esta historia, espero que les guste mucho y dejen sus comentarios.

-¿Qué es lo que estás planeando exactamente, Kumi?-. preguntó mientras me observaba preocupada. -conozco esa mirada, sé que algo estás tramando-.

-Nada malo-. le contesté sonriéndole mientras miraba por la ventana, voltee hacia donde ella se encontraba. -solo pretendo ocupar el método científico-. confesé -pronto conoceré a la famosa familia, por la que me dejó Ema-. agregue mientras me acercaba a ella y la tomaba mis brazos para volver a la cama, movi las sábanas dejando un revoltijo, me acosté y me senté apretando el botón de llamada.

-¿Qué es lo que haces?-. el tono de Lu era de regaño, sabía por qué lo hacía, era la persona que más me conocía sobre todo en mi forma de actuar, era conciente que siempre traía algo entre manos, nada de impulsos. Bueno a excepción del tema de la droga, aquello era lo único que hacía cuando me sentía, que no podía más con mis demonios

-Llamando a la enfermera-. conteste mientras me recargaba en la almohada. -pienso que es el momento, para darle esta fantástica noticia a mi adorada hermanita-. agregue. -sé que ella le encantará mi decisión-.

-Te lo diré cuando sepa muy bien lo que voy a hacer, por el momento lo único que haré es investigar, para eso obviamente te haré partícipe de Lu, dejaré de drogarme, al menos hasta conocer detalladamente a cada una de las parientes de mi ermanita ama tanto-. objete dando una sonrisa maliciosa, ya sabía lo que me esperaba.

-Espero que este asunto no te vuelva loca-. comentó ella antes de que la enfermera entrar a mi habitación.

-Me llamaba señorita. ¿qué es lo que desea?-. la mujer de era de unos 40 años vestida de blanco y su semblante era neutro y calmó, cuando volteó para observarme bien, pude notar que su rostro cambio drásticamente a una de preocupación y enojo. -¿qué crees que está haciendo señorita?-. pregunto, bajé la mirada, sabía qué era lo que sucedía y porque me reclamaba, los cables estaban sueltos y sacados por completo, era obvio que era lo que sucedía. Alze la vista, cuando la mujer la encontraba mi lado poniéndome los cables, en el lugar que de bienestar.

-Siento esto enfermera-. intentes excusarme. -quise levantarme para ir a la busca de mis parientes y decirle que había tomado una decisión, pero cuando me levanté y avance, sin querer me enredé en una de las sábanas. Así fue que se salieron los cables-.

-Entiendo-. dijo ella con seriedad. -pero para la próxima muchachita, deberías tener más cuidado, con estos implementos, ya que son vitales para su actual estado de salud-. le sonreí luego de palabras. Aunque mi mente estaba disgustada, por lo que decía esa señora, para mí eran puras tonterías, ya que, no era una niña indefensa, sabía y podía cuidarme por mí misma, había vivido toda mi vida en aquellas casas de acogidas, que tenía 17 años y unos cuantos meses más cumpliria la mayoría de edad, así que no tenía porqué tratarme como una niña, no lo era. -Como ya veo que te haya quedado todo claro y pareces una chica obediente puedo irme tranquila, a menos que desees algo más-. esa mujer odiosa iba a retirarse, pero yo no se lo permitiría, aún debía ser algo por mí.

-Ahora que lo menciona en realidad necesito que haga algo por mí -.comenté demostrando mi cara más dulce y tierna que podía hacer. -sería tan amable de llamar a mi familia que está esperándome afuera, creo que ese momento de decirle a mi decisión-. agregue.

-De acuerdo-. soltó ella. -iré de inmediato a buscar a su familia-. para luego retirarse del lugar.

-Lu, mi preciosa Lu-. comenté mientras la abrazaba y acariciaba. -estás lista y preparada para nuestra nueva aventura-. Lu asintió y dio un ladrido aprobatorio, deduje que no me había contestado con palabras, debido a que la inútil y bastarda ardilla que mi hermana tenía como mascota se encontraba alli, aquello me enfurecia aún más, esa sucia rata tenía un mayor vínculo familiar que yo con ella. -nos vamos a divertir a lo grande-. agregue y no mentia, aquello me divertia bastante, adentrarme en la profundidad de un lazo familiar y me encargaría destrozar uno a uno la protección y los lazos de ella, lo haría pasar por la completa y absoluta soledad, esa misma que ya había sufrido por tanto tiempo-.