Capitulo 1 - El principio de todo.

68 1 0
                                    

En la agencia estaban acostumbrados a esas situaciones, tenian la informacion correcta. Era un cliente importante asi que habian escogido a uno de sus mejores agentes. AMR era una agencia de seguridad y proteccion y Nicolas era uno de esos agentes de proteccion. Habia estado estudiando el siguiente trabajo. Y ahora estaba dentro de la mansion, estaba en los conductos de ventilacion, hoy era el dia que habian elegido esos cabrones convenidos para asesinar a esa chica. Roger Smith, el padre, sabia que alguien estaria cerca de su hija en ese momento. Melanie estaba en su habitacion intentando llamar a su mejor amiga pero comunicaba. Se estaba poniendo histerica, tenian que quedar juntas para ir a la fiesta que habia esa noche y aun no habia contactado con ella. Solto el telefono enfadada encima de la cama, se acerco y entro en el vestidor. Empezo a mirar vestidos y entonces empezo a sonar el telefono, salio para cogerlo y en muy pocos segundos todo cambio, su madre entro corriendo, con una bolsa de deporte en la mano, metio un par de cosas por la habitacion y antes de que a Melanie le dara tiempo a preguntar que pasaba, se escucharon pasos, la puerta se abrio de golpe y aparecieron un par de encapuchados armados, le dieron un golpe a Melanie que la dejo inconsciente, y el otro apuntaba a la madre para que se quedara quieta y antes de que al otro encapuchado le dara tiempo a encargarse de Melanie, la rejilla de ventilacion salio disparada y salio del techo un hombre. Se deshizo rapido de los encapuchados y cogio a Melanie se la echo al hombro y cogio la bolsa, hizo un gesto a la madre de despedida y corrio hacia la salida mas cercana y escondida, la metio en el coche y salio pisando a fondo.

Cuando Melanie se desperto, se encontro que estaba en el asiento trasero de un coche desconocido con alguien que no conocia, se llevo la mano a la cabeza, le dolia. Se sento despacio en el asiento y vio como el hombre la miro a traves del retrovisor y volvio a poner la vista en la carretera.

-¿Quien eres tu? ¿Quieres dinero? Por eso me has secuestrado, ¿verdad? -dijo con voz tranquila y con superioridad.

El chico desconocido suspiro y nego lentamente. Prefirio quedarse callado. Melanie lo fulmino con una mirada y intento abrir la puerta. Nicolas volvio a suspirar y echo todos los pestillos de coche. Su coche estaba echo a prueba de balas y solo desde su sitio se podia controlar los cierres de seguridad y las ventanas. No era la primera vez que alguien habia intentado bajarse del coche por no saber que pasaba, tampoco era la primera chica ricachona y engreida que llevaba, pero seria mejor esperar a ir a un lugar seguro para explicarselo todo a aquella chica. Poco a poco llegaron al lugar escogido para esconder a la chica mientras la agencia se encargaba de los que estuvieran detras de la chica. Aparco, abrio su puerta y abrio la puerta de la chica, la cogio del brazo con firmeza y cogio la bolsa de deporte.

La metio en la casa y cerro la puerta, la llevo al salon y la sento, ella se levanto y le echo cara.

-¿¡Que coño haces!? ¡Llevame ahora mismo a mi casa!

El chico la miraba sin que nada en su cara haya cambiado ni un atisbo.

-Mira -dijo el chico al fin-. Tu padre nos ha pedido que te pongamos a salvo. Yo no quiero estar aqui contigo y tu no quieres estar aqui. Pero es lo que hay. A ti te quieren matar y a mi me pagan por impedirlo, asi que ahora, por favor, comportate.

Melanie lo miro raro, pero no dijo nada, sino que se sento a sopesar lo que le habia dicho.

-¿Dices que...que me quieren matar? -dijo Melanie mostrando algo de miedo al fin.

-Une cabos, eres la unica heredera de una gran fortuna. Piensa por un segundo quien heredaria todo si tu no estuvieras.

Melanie se callo y penso unos segundos.

-Walter...Walter Voltom...-suspiro-. La mano derecha de mi padre...

El chico asentio.

-Mi nombre es Nicolas y a partir de ahora te cuidare y protegere con mi vida. Cualquier cosa que necesites...

Entonces entro una chica a la casa, rubia y alta. Nicolas la miro y supiro.

-¿Otra vez metiendote en mis asuntos?

El precio del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora