• CAPÍTULO 73 •

Începe de la început
                                    

Su mente era un ir y venir de pensamientos que no se callaban en su cabeza ni por un segundo. Su pensamiento más recurrente era Draco, pensar en donde se encontraba estaba devorando su cerebro y la incertidumbre no hacía más que crecer, no era tan estúpida como para ir y pararse frente a la mansión Malfoy, tampoco sabía si podía generar algún contacto con él.

—¿Todo bien ahí adentro? —preguntó el pelirrojo, apretando su mano, dándole a entender que podía contarle todo y que no la juzgaría por nada.

—Sí, osea no. Pero creo que puedo fingir ser una joven funcional y mentalmente sana —contestó con una media sonrisa.

—Sigo pensando en que soy una muy mala influencia para ti— señaló.

—A estas alturas de nuestra relación ya he olvidado cuál de los dos es la mala influencia. Quizás siempre fuimos ambos y nos potenciamos de manera terriblemente genial.

Caminaron y cuando estuvieron en un callejón solitario, Fred tomó el brazo de la chica para conjurar la magia que los hacía desaparecer. Nina frunció el ceño sin entender, solían caminar hasta el Callejón Diagon cuando este la iba a buscar a la salida del expreso.

—Pensé que caminaríamos.

Fred negó con la cabeza. 

—Desde hace un tiempo, cuando la tienda de varitas de Ollivanders fue destruida y el paradero de él aún es desconocido, el callejón Diagon no es un lugar seguro. Los mortífagos suelen custodiar el sitio, han llegado más carroñeros, por eso no solemos pasear por ahí. Hace mucho que dejó de ser un atractivo turístico.

El mundo si que había cambiado, era increíble darse cuenta todas las cosas que podían suceder en un año, en unos meses. La inercia de la existencia era realmente agotadora cuando alrededor solamente había estrés y malas intenciones. 

Una vez llegados al apartamento, Nina dejó sus cosas y se asomó por la ventana; habían unas cuantas personas caminando por los alrededores e intentaban no llamar mucho la atención. Realmente no quedaba mucho de lo que había sido el Callejón Diagon en sus años de gloria. 

Sacó su varita, había quedado en avisarle a sus padres cuando se encontrara a salvo con Fred en donde decidieran ir. 

—Expecto Patronum— siseó , una loba grande e imponente salió de su varita, rodeándola. Poco a poco se fue alejando y atravesó el ventanal del apartamento para ir a cumplir su cometido. 

Fred llegó a la sala con las manos cargadas con dos tazas de café humeante. Nina le sonrió al recibirla y ambos se sentaron en la alfombra del lugar, con las espaldas apoyadas en el sofá. Irina jugueteaba inspeccionando el departamento, la bruja acarició su lomo y el animal le ronroneó complacido. 

—Creo que no será una buena idea llevarla a la escuela el próximo año— declaró—, le gusta tanto corretear con el gato de Hermione, sin embargo creo que sería peligroso, no hay seguridad de absolutamente nada de ahora en adelante. 

—No te agobies pensando en hechos tan futuros, mujer. Probablemente todo será avisado por el ministerio dentro de algunos meses, deja de hacer mierda tu cabeza y déjala descansar.

—No puedo, lo siento. Creo que debo estar en shock. 

Fred pasó uno de sus brazos por su espalda y apoyó su cabeza en la de ella, la bruja se quedó apoyada en su hombro.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum