El cuervo y la confusión

Puedo sentir como me asesino lentamente, los cuervos yacen sobre mí.
El equilibrio entre querer existir acá o allá es más confuso.
Los cuervos me observan, esperando mi padecimiento.
Que lindos son los cuervos, me hacen compañía.
Los cuervos no quieren hacerme nada malo, no temen de mí.
Los cuervos no juzgan la confusión de mí, sólo están ahí.

Si los cuervos se confundieran, ¿harían bien su trabajo?
Si los cuervos se confundieran, ¿estarían ahí conmigo?
Si los cuervos se confundieran, ¿no entenderían qué son realmente?
Si los cuervos se confundieran, ¿qué sería de los cuervos?
Si los cuervos se confundieran, ¿harían su labor anticipada?
Si los cuervos se confundieran... No, no se pueden confundir.

Si yo me confundiera, ¿haría bien mi trabajo?
Si yo me confundiera, ¿estaría ahí para mí mismo?
Si yo me confundiera, ¿no entendería lo que soy realmente?
Si yo me confundiera, ¿qué sería de mí?
Si yo me confundiera, ¿haría bien mi labor?
Si yo me confundiera... No, no me puedo confundir.

No me puedo confundir.
No me puedo confundir, pero lo hago.
No me puedo confundir, pero confundo a otros.
No me puedo confundir.

No te puedes confundir. Sé un cuervo.

-Geddenzaid.