C A P I T U L O 0

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Sé fuerte
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A los niños se les debe de dar lo mejor de este universo, amor, compasión y la máxima ternura.

Eso no lo había podido disfrutar el pequeño Peter.

Él solía vivir a los adentros del bosque con su familia —conformada por su padre, su madre y su pequeña hermana—.

Ahora la gran casa gris ardía en llamas feroces que devoraban todo lo que había a su paso. Arriba de esta, los animales del bosque podían observar cinco grandes y escalofriantes brumas de humo negras.

Para los muggles podía tratarse de un fenómeno extraño —como los ovnis—, pero para los magos, esas extrañas cosas se trataban de los seguidores de Lord voldemort... mortifagos.

Él pequeño niño que corría despavorido con un bulto de cobijas rosas era Peter Dexter Lynx, un mago proveniente de una poderosa familia sangre pura, era el hijo mayor de Zack e Isadora Lynx, dos jugadores famosos de quidditch que escondían más secretos de lo que cualquier persona podría hacer.

Por parte de los Lynx, la familia tenía una futura monarquía y un talento singular, podían hacer que los demás vieran lo que quisieran —era como la telequinesis— creaban monstruos, mariposas o inclusive se podían hacer invisibles, todo era cuestión de la imaginación. Ese talento que tenía el padre, también lo tenían los hijos.

Pero el verdadero pecado estaba por parte del apellido de la madre, Isadora Grindelwald. Todos sabían de qué familia podían provenir gracias a sus inusuales características físicas —pelo blanco, piel albina y ojos heterocromaticos— esa característica también la tenía Peter (salvo el cabello, el cual era café oscuro) y por ende... Jessica, la pequeña bebé de once meses a quien cargaba y con quien corría con desesperación.

A pesar de que la comunidad mágica dudara de la Isadora —pues se desconocía de que Gellert Grindelwald tuviera descendencia— todos amaban a esta familia, siempre ayudaban a quienes más lo necesitaban y estaban para todo en lo que ayudar significaba.

Por esas razones, Peter seguía sin entender porque su casa ardía en llamas. Su madre les había prometido ir tras ellos para poder correr más lejos, le pidió al pequeño que la esperase en el gran sauce donde solían pasar las tardes jugando en familia, el pequeño así lo hizo, pero cuando miro a dos personas vestidas de negro lanzando hechizos hacia él no tuvo otra opción que correr lo más lejos posible.

Para tener tres años, era veloz y no le importaba lo que hicieran con él, solo quería proteger a su pequeña hermana —a quien su mamá puso un hechizo de sueño para que no llorara por los alaridos o las explosiones—.

Cuando el niño logro perderse de los ojos de aquellos mortifagos recordó lo que su madre le había dicho:

—Si no llego en quince minutos, corre a la casa de los señores Grayside.

Los Grayside eran aurores sangre pura que admiraban a los Lynx, por ende, eran muy buenos amigos y adoraban a los pequeños de la casa. Ese matrimonio no había podido tener hijos debido a un accidente que sufrió la mujer en la cacería de una fiel mortifaga.

Peter corrió a las afueras del bosque hasta encontrarse con un barrio de casas Muggles, logro identificar la pintoresca casa de los Grayside y corrió para que estos le proporcionaran ayuda. Al llegar a la casa toco repetidas veces, pero ninguna luz se prendía y no se escuchaba movimiento en el hogar.

—¡Por favor, ayuda! ¡Abran la puerta! —gritaba el pequeño ya cansado de tanto correr y del peso de su pequeña hermana, las cobijas, el manto de invisibilidad y el bolso con las cosas más importantes de la familia.

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⏰ Last updated: Apr 25, 2020 ⏰

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Riddikulus: Secretos bajo la piel  [Tomo Uno] [En edición]Where stories live. Discover now