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¡Feliz Halloween!

Basada en hechos reales*

Este Drabble está inspirado en un suceso de Halloween en Texas en el año 1974 donde lamentablemente falleció un niño tras ingerir un dulce envenenado. Si no te agrada el contenido abstente de leer la historia.

También la historia es un AU de nuestro plano, ósea que todos los superhéroes y villanos solo existen en comics, libros, series y películas, pero que al igual que aquí también existe gente muy mala.

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Otro año más.

Otro año más donde Bruce Wayne invitaba a sus amigos y conocidos más allegados para celebrar su época favorita, Halloween, y más aún por sus hijos y los hijos de los demás.

Otro año en que con ayuda de sus padres y abuelo decoraban la gran casa para recibir a sus invitados, otro año donde compraban paquetes y paquetes de dulces para repartir a los niños que los pedían, otro año en el que su familia organizaba y preparaba un banquete para la cena y otro año donde diseñaban los mejores disfraces.

La invitación que había enviado les había citado a las seis de la tarde, para lo más tarde que salieran los niños a pedir dulce o truco fuera a las seis y media, y justo para las seis es cuando estaban llegando absolutamente todos:

Su amigo de Kansas, Clark Kent con su esposa Loise y sus dos hijos, el mayor ya con dieciséis años cumplidos y el menor aun con ocho.

Sus compañeros de trabajo Barry Allen, Oliver Queen, cada uno con sus respectivas esposas e hijos.

Sus compañeros del servicio militar Slade Wilson y Hal Jordán, el primero con sus tres hijos de quince, trece y diez años. El segundo solo venía acompañado de su actual novia.

Y así sucesivamente habían llegado los invitados, todos disfrazados, al igual que los niños que la mayoría traía, y justo dieron las seis con veinte minutos cuando los últimos ingresaron a la casa.

Prepararon a los niños, a los más grandes les dieron unas mochilas donde iban unas meriendas para todos, para cuando dieron las seis y media los quince niños que se encontraban en la casa salieron de está acompañados de Slade y Clark mientras los demás adultos se quedaban en la mansión disfrutando de los juegos organizados.

Loa niños estaban más que felices, estaban enloquecidos, en todas las casas que iban en todas les daban dulces, todos ya casi llenaban sus calabazas y bolsas, era ya la última casa del barrio, una en la que habitaba la familia Ford, una familia que siempre apremiaba, en especial a los hijos Wayne.

Grande fue la sorpresa de encontrarse con una casa apagada, casi abandonada, los niños solo se emocionaron más, "la decoración perfecta del vecindario", dijo Jason. "Solo hay que insistir", añadió Grandt. Y es que a pesar de la incomodidad en el pecho de los adultos los dejaron ser: los niños tocaron cuatro veces, esperaron pacientes hasta que Jeremía Ford, el padre de familia salió con un maquillaje macabro de payaso, sangre falsa en la ropa y claramente con el tazón de dulces entre brazos.

"Me alegra tanto que los niños consentidos regresaran este año, aquí tienen pequeñines" El hombre les dio a todos los niños el mismo tipo de dulce, un dulce de polvo acido, la única diferencia era el color del empaque y con ello dieron por terminado el recorrido.

La noche siguió como siempre, juegos en la mansión, la cena, el estar comiendo dulces por aquí y haya, normalmente todos se acababan primero los caramelos caseros de Alfred y ese año no fue la excepción.

Cuando los niños ya estaban agotados tenían la oportunidad de comer un dulce de los que habían conseguido.

"Empecemos este año por el ultimo, además que sea la primera vez que lo probemos" Aplaudió Dick, el mayor de todos. Claro, le hicieron caso.

"Puaj... Esto es horrible" Dijo Wally mientras iba por algo de ponche a la mesa principal.

"Tiene razón... horrible" Añadió Rose. Todos los niños habían probado el dulce, y a ninguno les agrado todos tuvieron que tomar ponche para quitarse el sabor de la boca. Los adultos solo pensaron que era muy fuerte, o tal vez ya estuviera viejo, no les dieron importancia cuando ya tenían unos grados de alcohol en su sistema.

La noche y fiesta siguió hasta las diez de la noche donde el estruendo de una gran caída llamo la atención de los mayores los cuales fueron hasta el pasillo principal, donde estaban las escaleras.

Damian se encontraba en el suelo con la lengua algo hinchada y espuma saliendo de la boca. Cuando su padre se acercó solo falto levantar la mirada para en el camino ver en medio de las escaleras a su primogénito también con espuma en la boca.

"¡¿Dónde están los niños?!" Clark y Barry no se hicieron esperar subieron las escaleras hasta el salón de juegos donde estaban absolutamente todos sus niños en el suelo con la misma seña: espuma en la boca.

Las mujeres ya estaban hablando al hospital del pueblo y de la ciudad, de igual forma a la policía.

Todos estaban llorando.

Sus niños, sus amiguitos, sus hijos... todos estaban muertos, ¿Cómo? ¿Por qué? Si tan solo minutos antes estaban en perfectas condiciones, estaban felices contando sus dulces, contando historias de terror, terminando de ver la televisión.

¿Por qué en un día donde todo debía ser risas, alegría y felicidad se tenía que convertir en el peor día de sus vidas, perdiendo a las razones de sus vidas?