El quinto elemento

Cap 10: Padre

Cap 10: Padre

Allison no podía dormir, mientras trataba de conciliar el sueño decidió que ya no podía más...

Louis dormía tranquilo en su cama cuando oyó un ruido, al abrir los ojos vio a Allison inclinada encima de él.

-Louis despierta!-decía la chica con una voz muy suave.

-Allison... que haces aquí?- preguntó el chico sonrojado.

-Te necesito... necesito tu ayuda- dijo la chica- Quiero ir a ver a mi padre.-

-Es una locura- dijo él- No te puedo ayudar.-

-Vale, iré yo sola- añadió Alli.

-Espera, lo haremos bien- dijo él- partiremos mañana por la mañana y nos inventaremos una excusa.

-Vale, Louis. Gracias- dijo ella abrazándolo.

-No es nada, ahora descansa mañana partiremos- añadió él.

-Vale-dijo la chica separándose de él- chao.

-Adiós- respondió.

-Louis-dijo ella desde la puerta- recuerda no digas adiós. Adiós es para la despedida definitiva.

-Vale, hasta mañana-dijo él con una sonrisa.

La chica se fue y él acostado sonrió al pensar en ella. Cuando ellos eran niños, Allison le decìa lo mismo pero él siempre lo olvidaba.

Por la mañana, Louis se despertó muy temprano y recogió sus cosas. Al llegar al comedor, ella ya lo estaba esperando.

-Le he dicho a mi padre que vamos a la ciudad a comprar algunas cosas- se explicó él.

-Vale- respondió Allison.

-Ya tienes todo lo que necesitas?-

-Si.-dijo ella señalando su bolso.

Los chicos se pusieron sus capas y montando sus caballos se dirigieron hacia la ciudad. Luego tras horas de cabalgar bajo el sol decidieron descansar en el bosque.

-Allison, esperemos a que anochezca habrá menos guardias. En la madrugada los pocos que hay están casi todos en la taberna.- se explicó Louis.

-Vale- añadió ella.

-Los chicos tenían toda la tarde por delante, acercaron sus caballos a la orilla del lago y se sentaron debajo de un árbol a descansar. Allison sacó de su bolsa unas frutas y le ofreció una manzana a su amigo, y comieron tranquilos.

Allison se acostó y miraba como la luz se filtraba entre la copa del árbol, Louis se acostó a su lado.

-Estoy asustada- dijo ella- Y si no podemos entrar, y si mi padre no me recuerda...

-Tranquila, todo saldrá bien-respondió el acariciándole la mejilla.

-Gracias- dijo con una sonrisa.

-No es nada- dijo él.

Louis quería resistir las ganas de besar a su amiga, él miraba como sus labios lo atraían suavemente. El chico se retiró un poco para no caer en la tentación.

Estaban muy cansados y se quedaron dormidos. Mas tarde Allison despertó y se encontró acurrucada al lado de Louis y este abrazándola muy pegado a ella.

La joven sonrió.

-Louis debemos de irnos- dijo la joven suavemente.

-Vale-dijo él.

Los chicos se acercaron a la orilla, se echaron un poco de agua en la cara y partieron hacia la ciudad, les esperaba un largo camino por delante.

Mientras cabalgaban hubo un silencio incomodo. Sus miradas se cruzaron y se sonrojaron, Allison no podía olvidar como él la abrazaba mientras dormía.

Tres horas más tarde, los chicos entraron en la ciudad sin problemas pero ahora deberían entrar al castillo. Dejaron los caballos amarrados en un árbol y fueron caminando hacia la entrada. La cuál era vigilada por dos guardias.

-Louis, esperame aquí- dijo ella pero Louis la cogió por el brazo pero ella añadió- Estaré bien- y se soltó,

-Hola, sabeís donde está la taberna?- preguntó la joven con picardía.

-Si, está calle abajo- dijo uno de ellos

-Gracias chicos- dijo la joven acariciando sus mejillas- Mort- susurró ella.

Los guardias se desplomaron al instante.

El chico sorprendido se acercó.

-Más vale que no te enfades conmigo- dijo él haciéndose el gracioso.

Louis se colocó el uniforme de uno de los guardias y entraron al castillo.

El castillo parecía un laberinto, los pasillos eran muy largos y un poco anchos.

Los chicos encontraron unas escaleras y subieron, en esa planta habían muchas habitaciones, las fueron revisando hasta que solo quedó una, la que se encontraba al final del pasillo.

Allison abrió la puerta y allí estaba su padre tendido en la cama con la mirada perdida.

-Padre!- dijo la joven mientras se acercaba al lado de su padre.

-Alli-dijo él- Eres tú?-

-Padre he vuelto- dijo ella abrazándolo.

Al rey se le escapó una lágrima mientras se aferraba a su hija.

-Eres la viva imagen de tu madre- dijo el rey con una sonrisa.

La chica tocó la mejilla de su padre y se disponía a decir “Vite” cuando de repente se abrió la puerta.

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Hola gracias por leerme... gracias a vosotros ya tengo más de 500 lectores y eso nunca me lo hubiera imaginado...kyaaa que ilu ^_^. Espero que os guste la historia, comentad y votad :)