Reviviendo El Pasado.

1.2

Y con todo esto en mi mente, el laberinto de sucesos que intentaba con todas mis fuerzas recordar con lujos y detalles, simplemente desaparecían sin más, podría jurar con mi alma que todo lo que había sucedido era real y no un simple recuerdo falso, así que me levante sin más de la cama del hospital, y Salí y camine hasta mi auto, y acelere a toda velocidad a la casa de los patín, no podría creer que fuera real lo que mis compañeros decían, estaba impecable, la casa no tenía nada extraño hasta podría decirse que se percibía mucho mejor que lo que recordaba, entonces si me estaba volviendo loco, entonces si ese era el caso, como ayudaría a el señor patín y a la niña del caso en el que trabajaba, tendría problemas si de verdad se enteraran que mentía y que la evidencia que había recolectado no serviría para nada, pero algo extraño sentía, como había llegado al bar si estaba en casa de patín y como estoy con un abanó si acababa de salir del hospital.

En ese momento me di cuenta...

¿Nada era real? ¿La explosión si ocurrió? Esas preguntan me comencé a cuestionar, era obvio que nada era real y de seguro la explosión me indujo a un coma severo, ¿pero y si es real y simplemente, yo también como mi madre comencé a padecer Alzheimer?, me entretejí el pelo con la mano intentando calmarme, pero era inservible, no funcionaba mis métodos de investigación no me servían para nada, si era un coma solo esperar era la manera de salir, pero si era Alzheimer, mi destino ya estaría escrito...

Combatí con todas mi fuerza en el lugar donde estaba quería y anhelaba que un coma es lo que me lograra tener retenido en este vacío existencial, no quería por nada en el mundo terminar como mi madre, sin recordar, sin aspirar, sin saber si sus hijos crecieron, sin saber que ya no puede recordar ni las fechas del calendario no quiero y no deseo estar así, y en ese instante sentí como una lagrima se deslizaba en mi cara, pero al tocarme no pude abrazar esa lagrima escurridiza, en ese instante di gracias, por no padecer Alzheimer, y por fin saber que solo estaba en coma, ahora el problema era como salir de este contratiempo, y me relaje y pensé en documentos que leía en mis momentos libres, esos libros de neurología que tan apasionadamente descifraba me dieron una idea, el dolor en los sueños hacen despertar hasta el más dormilón, así me propuse hacerme el mayor daño posible y así pude salir de este, al observar mi alrededor estaba mi jefe y mi compañero, observando detenidamente mi cara, y yo; ¿la explosión quien la detono?.

_enserio preguntas eso acabando de despertar_

-los malnacidos no descansan y yo no tengo derecho de descansar hasta no encerrarlos en la prisión más asquerosa que pudiese existir -

Intentando levantarme, pero no pude ni sostenerme unos segundos mis piernas y mis brazos estaban seriamente lastimados, según mi jefe estaba en cama al menos un mes, y me faltaban cuatro meses más, el dolor de saber que estaba en cama tanto tiempo me produjo una melancolía y depresión asfixiantes, no podía reconocer el dolor de mi piel, de mis órganos, de mis recuerdos, solo sollozaba el respirar que en mi mente vagamente recaía, el suceso, cuyo enemigo logro atrapar, yo el enemigo de lo injusto de los pesares profundos, de las melancolías de familiares y amigos, se encontraba atado en una cama pudriéndose, poco a poco, ¡SOLO DOS MESES! Repetía una y otra vez en mi mente, dos meses, los dos meses más largos de mi vida, la calma que sentí al salir, era indescriptible, pero la realidad me atrapo de golpe era hora de volver al caso.

De regreso al departamento de policía, me di cuenta que ya no tenía caso, todo se sentía vacío... me inundo una inquietud, y solo pude realizarle una simple pregunta a mi capitán, ¿dónde está mi compañero? No lo veo en ningún lugar, me podrías dar su dirección, mi jefe abajo la cabeza y entre cerro sus ojos, mientras se levantaba de su silla.

-kan, dijo con vos melancólica, recuerdas el caso en el que trabajabas, en el que la niña fue asesinada, violada y masacrada.-

_si_

-pues Jim, quiso cerrar el caso, y aunque logro dar con el criminal... entre la pelea que llevaron a cabo en la fábrica de metal y fundición, no logro sobrevivir, se derrumbó en el hospital después de recibir, tres disparos en la espalda y por eso quiso mejor matarlo en el momento que dejarlo escapar...-

_acaba de decir que mi compañero ha muerto, dígame que es una maldita broma porque me la estoy creyendo._

-kan no bromeo lo sabes mejor que nadie, Jim oficial mente está muerto, acá esta su expediente, si te interesa.-

Solo vi caer el archivo en el escritorio, no lograba entender que estaba pasando que sucedió aunque me lo describió con lujos y detalles, hice caso omiso, a todo su parloteo, lo tome y Salí del lugar, tome mi auto, lo encendí, y acelere a fondo, no tenía un lugar preciso al cual ir, así que pase todo ese día en las calles, me sentía mal, podría decir eso y la historia seguiría su curso, pero... no sentía nada, y eso es lo que me hacía irradiar ira, no podía sentirme mal no podía ni siquiera entender. Ese sentimiento si se le puede llamar así era incomprensible para mí, pasando por la carretera cerca del mar, me estacioné, baje y me senté frente a una cálida y sumisa roca, observando el mar, intentando que mi cerebro interpretara mejor el momento, y en ese instante vi caer una lagrima, justamente en mi mano derecha, me quedé atónito observándola, hasta que cayeron las primeras gotas de lluvia, no me di cuenta hasta que ya no tuve otra que gritar, y mientras gritaba por el enojo, las gotas abrazaban mi cara las acariciaba una y otra vez, dure la noche en ese sitio no podría decirlo pues a la mañana siguiente desperté en mi cama, los expedientes estaban a mi lado, parecían ojeados, creo que abre sido yo, pues mi letra estaba escrita en varios de los informes...

Que estupidez el caso ya cerrado, y yo intentando indagar algo que ya por obvias razones se había terminado, ¿o no? Mente loca y depresiva cállate de una vez, no hay nada extraño puede que te sientas mal pero no hay nada raro, ya termino.

Me repetía eso una y otra vez intentando no investigar, porque el que busca encuentra, aunque no sea nada parecido a lo que buscaba en un principio, me alce de mi cama toda dolida y mugrienta, caminando hacia el baño, me restregué la cara con un poco de agua y me vi al espejo, daba asco el verme, parecía demacrado y sucio, así que me eche a la ducha, cuando Salí me coloque mi mejor colonia, y mi mejor traje, desayune, y baje, entre en mi auto, y me arrastre como un perro con la cola entre las piernas, hacia el cementerio.