Capítulo 14: Retorno

En başından başla
                                    

Echando la cabeza hacia atrás, Lara dejó que Anna le desenredara lentamente el pelo mientras añadía sales al agua caliente. Al cabo de un rato, murmuró:

- Siempre hemos confiado la una en la otra. ¿Por qué no confías en mí?

Anna tardó bastante en contestar.

- Tú no me has dicho por qué te has peleado con papá, yo no te digo qué me ha dicho lady Loanna.

Lara enarcó una ceja.

- ¿Chantaje? Deberías conocerme mejor, cariño. Lo de tu padre y yo son cosas de adultos. En cambio, lo que Loanna te haya dicho puede afectarnos a todos.

- Bueno, estoy sangrando como un cerdo, así que supongo que ya soy una mujer. Puedes considerarme adulta y confiar en mí, así confiaré yo en ti.

La exploradora rio suavemente.

- Hace falta más que un poco de sangre para convertirte en una mujer. Pero vamos a dejarlo. Prometo darte alguna explicación respecto a tu padre y a mí, pero necesito que confíes en mí o no podré ayudarte, Anna.

- Nadie puede ayudarme. - dijo la niña por toda respuesta.

Durante un momento, sólo se oyó el chapotear del agua y los sonidos del peine raspando los mechones de Lara.

- ¿Estás segura?

- Segurísima. Ni tú, ni papá, ni nadie puede ayudarme. Estoy jodida, muy jodida.

Lara se incorporó súbitamente y se volvió a mirar fijamente a Anna. La niña bajó las pestañas.

- Esto, ehm, perdón.

- Estoy harta de tu lenguaje de soldado. Delante de tu padre, habla como un mercenario si te da la gana, pero en mi presencia te limpias la boca. También eso forma parte de ser considerada una adulta. ¿Entendido?

- Sí, mamá.

- Bien. – Lara se dio la vuelta y volvió a reclinarse en el borde de la bañera. Las olas de agua espumosa se cerraron sobre sus pechos.

Anna terminó de desenredar un mechón de pelo, se lo dejó caer delicadamente por encima del hombro, y cogió otro.

- La verdad... tengo miedo de que te enfades.

- ¿Y por qué iba a hacerlo? – Lara sonrió – Ya soy mayor. Dame las malas noticias.

- Es que son... muy malas.

Lara suspiró. Era una niña. Tan niña aún... se dio cuenta de que no cedería hasta que ella misma lo hiciese. Para ganar, primero se debe perder. Está bien, pensó. Allá voy.

- Tu padre y yo nos peleamos por causa tuya, aunque tú no tienes la culpa. - empezó – Que eso te quede claro. Lo que ocurrió en Sri Lanka fue inesperado para todos. Antes de eso, pensábamos que eras una niña corriente... bueno, todo lo corriente que se puede ser en nuestro entorno. – rio de nuevo – Y de pronto, eres una Lux Veritatis.

Si sólo fuera eso, pensó Anna, desesperada. Es peor, mucho peor.

- Para tu padre ha sido muy duro. – reconoció Lara, y de pronto se sintió fatal. – Y yo no he sido de mucha ayuda. Más bien se lo he puesto todavía más difícil.

- Pero ¿por qué?

- Porque... porque yo no le comprendo, Anna. Después de tantos años, debería comprenderle mejor y... en mi caso, siempre he creído que hay que adaptarse a los cambios. No me molestan, no me perturban, Anna. Sí, todo hubiera sido más fácil si hubieses sido una niña corriente, pero no lo eres y no hay más vueltas que darle. Yo soy de la opinión de que hay que mirar hacia adelante y que debes ser entrenada para controlar tus poderes y saber utilizarlos. Algo que sólo él puede hacer, y es un privilegio que pueda hacerlo. Sin embargo, él está estancado lamentándose y se empeña en que hay que protegerte de tu destino a toda cosa.

Tomb Raider: El LegadoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin