El inicio del desastre

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—es hermoso-—esas fueron las palabras de un joven peliplata que observaba como se cerraban las puertas tras el trio de amigos.

—¡ALFA CAIDO! REPITO ¡ALFA CAIDO!— gritaba un muy risueño Chris a su mejor amigo mientras Masumi se destatarillaba de la risa

—eso, eso debe quedar para la historia, un alfa don juan ha quedado prendado de un omega valiente—dijo entre risas el castaño

—¡Cállense los dos! Eso no fue así ¿dónde estábamos?—

—que estabas a punto de perseguir a un omega, ahí estábamos querido— el rubio se dirigió a la puerta apuntándola.

—eso no es verdad—las mejillas del peliplata se sulfuraron de rojo

—si lo es y esta es la primera vez que te vemos con ese brillo en los ojos y no creo que sea por cualquier cosa, algo paso ahí—

—solo vamos a divertirnos quieren y olviden este episodio ya saben el gran Viktor Nikiforov no cae tan fácilmente  y esas fueron las últimas palabras de la noche por parte de Viktor.

El resto de la noche transcurrió como si nada los chicos regresaron a su departamento ya que Masumi pasaría la noche con Chris.

A la mañana siguiente todo el exceso de alcohol en las venas del chico ruso fue expulsado en su actividad favorita el patinaje sobre hielo y podría pasar horas ahí perdido en sus propios pensamientos, como aquel que desde que abrió los ojos le ha comido la cabeza, se la ha pasado pensando en aquel chico que se atrevió a decirle con todas sus letras que fuera suyo, la manera en la que lo dijo, lo ebrio que estaba nunca antes nadie le había dicho cosas asi, usualmente le decían que eran todas suyas o suyos en todo caso pero jamas nadie le había dicho que fuera suyo y menos un omega, los omegas usualmente se le ofrecen pero el los rechaza, ha estado con betas por casi todo el mundo pero siempre ha evitado a los omegas.

El pobre chico se devanaba la cabeza en el apuesto omega que no se dio cuenta que un pequeño alfa escurridizo se había metido a la pista de patinaje con él, su traje era una combinación de diferentes colores que podrían hacerlo pensar que estaba viendo una guacamaya roja deslizándose por el hielo y sin más hablo

—señor...—

—AHHHHHHHHHH!!!-—Viktor se había llevado el susto de su vida siempre se ha preguntado cómo es que ese hombre podría ser tan silencioso y acercarse de esa forma en cada momento —Seung cuantas veces te he dicho que te anuncies cuando estés cerca un día de estos me vas a matar de un infarto—

—lo lamento señor, pero su padre quiere verlo, justamente acaba de llegar a la empresa y me pidió expresamente que lo llevase ante él en menos de 15 minutos así que use el traje que le traigo.—

—ahora que querrá el viejo cascarrabias—

—Viktor no hagas enojar más a tu padre estaba muy molesto cuando me mando por ti— dijo el joven secretario y niñero

—para que tú me hables como solo eras mi amigo y no como mi niñero tiene que ser algo grave—

No le tomo mas de 5 minutos vestirse e ir a presentarse frente a su padre

—¡QUIERO QUE TE CASES!— grito su padre apenas puso un pie en la oficina

—¿Qué? ¿PERO POR QUE?—vocifero el otro

—que te cases yo ya no puedo soportar ninguna más de tus sinverguenzadas, te la has pasado enlodando el apellido Nikiforov con cada cosa o jugarreta que haces aparte quiero nietos, la mayoría de mis amigos ya tienen mas de dos y yo ninguno, solo me hago viejo en soledad sin tener nietos a los cuales malcriar.—dijo lanzándole las fotos del periodista —tuve que comprar su silencio ahora tu me respondes—

The Boss Secret RomanceOnde as histórias ganham vida. Descobre agora