Relatos que no te dejarán dormir

El Monstruo Nocturno

Todo estaba muy bien hasta el día en el que supe que mi querido primo Fernando estaba desaparecido... Lleva un mes de desaparecido pero aún así no pierdo la esperanza de poder encontrarme con el ya que vivimos juntos una infancia muy plena la cual estaba llena de momentos tanto malos como buenos.

En mi caminata diaria encontré algo muy extraño sobre la casa de uno de los vecinos del pasaje. Era francés y se llamaba Franco... El era muy amigo de Fernando, este es uno de los sospechosos debido a que fue la última persona en verlo.

La curiosidad me mataba por saber que había dentro de esa casa, sentía una mala vibra dentro así que decidí entrar.

Abrí la puerta haciendo la menor cantidad de ruido posible, el aire aprestaba a podrido pero no solo eso, también como si algo se estuviese cocinando. Caminé por toda la casa buscando a franco pero nunca la encontré.

-al parecer no está-pensé mientas miraba Mi alrededor, estaba a punto de irme hasta que vi una pequeña trampilla en el suelo bien oculta bajo una mesa.

Con la mano temblando abrí la trampilla pensando en que demonios era lo que Franco escondía tanto... Que es lo que tanto esconde?- dije mientras terminaba mi acción. Era una escalera muy grande... Bajé por esta hasta que el olor se hizo más fuerte y escuchaba pequeños quejidos, golpes en carne y un olor igual al anterior pero más fuerte.

Me asomé por la ezquina de el muro y lo que vi me asombró a nivel de que no podía moverme.

Era franco...

Tenía un cuerpo humano con una bolsa de basura cubriendo su cabeza..

Su estómago estaba totalmente abierto, sus costillas rotas y totalmente abierta mientras la sangre fluía bastante...

Trosos de carne calentando en una especie de horno...

Todo esto acompañado por los quejidos.

Al parecer la persona de la cual se estaba alimentando seguía viva.

Las paredes manchadas y cubiertas de sangre, y franco comiendo como si nada...

Quize escapar de esa horrible escena pero franco había cerrado la puerta antes de que me diera cuenta. Este con una sonrisa diabólica mostraba sus dientes cubiertos en sangre y unos trozos de carne y piel entre ellos mientras ponía un cuchillo cerca de mi cuello.

Yo impactado no hice nada, franco aprovechó de sentarme en una silla y llevar hacia mi un plato de carne de lo que parecía ser la víctima. Acto seguido este pone música clásica mientras corta la carne y la acerca a mi boca...

Está tenia un olor asqueroso aunque tampoco podía ignorar que parecía carne de cualquier otro animal. Yo no quize abrir la boca pero este me fuerza y introduce el trozo de carne en mi boca obligando a masticar y tragar.

Está tenia un sabor a carne de cerdo era muy parecida, junto al plato estaba un vaso con lo que parecía ser sangre. Franco vuelve a su puesto y mi mira con esa diabólica sonrisa desde el otro lado de la mesa esperando mi reacción....

Sin darme cuenta probé la carne hasta terminarla y bebí el vaso con la sustancia roja. Acaso esto me gusta?- preguntaba mientras seguía comiendo y retirando yo mismo los trozos de carne de la víctima mientras sus quejidos se confundían con la música. En un ataque de rabia al saber como fue el destino de Fernando y que tal vez me lo comí, me abalanze sobre franco con un cuchillo afilado a apuñalar sus ojos y acto seguido morder su cara masticando pedazo por pedazo.

Horas después sin darme cuenta era yo el que estaba bañado en sangre. En mis manos estaba el cuerpo de Franco totalmente abierto y mordido.

Al darme de cuenta de lo que hice traté de escapar pero a la salida de la habitación unos hombres con trajes blancos pusieron una máscarilla en mi rostro y amarraron mis manos. Estos tenían una fuerza enorme ya que en un par de segundos fui reducido y llevado en un auto a una especie de clínica, jamás olvidaré lo mucho que temblaba mientras aún saboreaba la carne en mi boca.

Esta fue mi historia...

Ahora mismo me encuentro en una habitación con el cuerpo de la enfermera que me suministraba mis medicamentos y unos guantes de látex para no dejar marca abriendome paso por los largos pasillos.

Deberían tener cuidado cuando salgan solos o entren a casas de amigos o familiares... Jamás sabrán si este es un monstruo sediento de sangre...

Ahora me prometi a mi mismo salir por las calles a las 22:30 de la noche acechando a las personas que esten solas por las calles sin discriminar género, edad o creencias...

Fin