CAP 14

324 38 0
                                    


Luego de cabalgar por horas, llegamos a un pueblo que se encontraba cerca del gran desierto, así que dejamos a la bestia atada a un poste y nos dirigimos hacia un lugar para comer.

Tomamos asiento en una mesa alejada de todo y Zuko se veía muy molesto.

–Aquí nadie podrá ayudarnos, todos parecen sucios vagabundos. –Gruñó.

–Como nosotros. –Respondió Iroh. Luego pareció enfocar su vista hacia otro lugar.- Creo que encontré a un amigo.

Zuko y yo giramos para ver a qué se refería y noté que al otro lado del lugar había un viejo preparado para jugar un juego de mesa.

–¿Vinimos aquí para jugar a las apuestas? –Gruñó Zuko, otra vez.

–No creo que esto sea para apostar. –Explicó.

–¿Tú solo sabes gruñir? –Miré a Zuko, para luego seguir a Iroh.

Zuko rodó los ojos y no respondió.

–¿Puedo jugar con usted? –Preguntó Iroh.

–El invitado juega primero. –Respondió el otro viejo.

Iroh tomó asiento y colocó una ficha de flor de loto blanca en el centro del tablero.

–Veo que tiene la flor de loto blanca. Muy pocos se adhieren al juego original. –Habló el viejo.

–Los que lo hacen solo pueden encontrar a un amigo. –Respondió Iroh.

–¿Qué están haciendo? –Preguntó Zuko, en un susurro.

–No tengo idea. –Respondí, del mismo modo.

Luego de un rato jugado, noté que con las fichas habían armado una flor de loto blanca en todo el tablero.

–Bienvenido hermano. –Dijo el viejo.- La flor de loto se abre para aquellos que conozcan sus secretos.

–Tío, ¿de qué están hablando?

–Siempre traté de decir que esto, es más que un simple juego. –Sonrió Iroh, dándole una breve explicación a Zuko.

–¡Se acabó! –Oí una voz masculina caminar hacia nosotros.- ¡Estos fugitivos vendrán conmigo!

Demonios. Iban tras Zuko y Iroh. Tenía que sacarlos de aquí.

El príncipe y la akiva (Príncipe Zuko)Where stories live. Discover now