Querido diario gordo

Dos

Querido diario gordo:

Hoy me he pesado. Mi peso total es de 92.2 kilogramos, y mi cintura mide nada más ni nada menos que 111 cm. Ya voy por buen camino y a penas voy empezando con esto. Estoy emocionado por lo grande que me volveré.

Traté de añadir cuantas calorías pude. Comí camarones, medio litro de helado de gansito que tenia en la nevera (el cual estaba delicioso) al que le añadí Nutella, duritos con sal, limón y chile. Me tomé otra malteada de chocolate junto a una rebanada entera de pastel de helado. Eso hizo sentir a mi estomago lleno y pesado, pero no me detuve.

Mi familia ha estado preparando buñuelos para vender. Así que tomé ventaja de ahí, y terminé comiéndome diez. Sabían tan deliciosos, espolvoreados con azúcar y canela por ambos lados, que aún mi boca saliva al recordar aquel momento. Los comí junto a tres vasos de leche; supongo que fue casi tres cuartos de litro. Eso hizo sentir hinchada a mi barriga.

Pero no fue lo único.

La mezcla para los buñuelos que quedó, me la comí sin pensarlo dos veces. Era la mezcla de harina, polvo para hornear, vainilla, huevos y más leche. Como ya has de saber, era una mezcla bastante pesada para mi cuerpo; pero aún así no me detuvo. De solo pensar todas las calorías extras que añadiría a mi dieta nada balanceada hacía a mi cuerpo excitarse.

Por la noche me vi al espejo, sin camisa, con el vientre hinchado después de cenar (sí, aún después de comer todo aquello cené; fueron dos platos de cereal). Me gustaba. Me encantaba ver a mi barriga hinchada y con una leve capa de vellos.

Tomé mis lonjas y las sacudí. Se sentía tan excitante que no tenía ganas de detener.

Apenas es el segundo día y ya estoy amando por completo esto.