Nu'u

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El mundo es más grande de lo que crees, Nu'u. Por eso, cuando no haya nada nuevo qué explorar, estarás al final de tu vida.

Hace muchísimo tiempo, tanto que no hay dios que lo recuerde,  cuando el mundo apenas había florecido, existían dos espíritus: Wallis y Futuna. Ellos no estaban hechos de esencia divina: por eso no eran dioses. Eso no los detuvo de explorar el mundo libres y sin reglas. Wallis era un espíritu luminoso que con solo tocar la tierra se llenaba de verde hierba y altas palmeras. Futuna era un espíritu de luz menos brillante, pero podía hacer algo que nadie, ni siquiera un Dios pudo; extinguir la energía de la vida. Wallis llenaba de verde, mientras que Futuna podía hacer al volcán explotar furiosamente con lava. Ambos eran felices hasta que, un día la lava incendió completamente una selva que había creado Wallis. Horrorizado por la destrucción, Wallis escapó lo más lejos de Futuna. Por más que Futuna buscara, Wallis estaba perdido, lejos de él.

Después de diez noches, Futuna dejó de buscar. En el momento que se rindió y dejó de buscar a Wallis un terrible dolor atacó a su corazón. Futuna comenzó a llorar inconsolablemente. Sus lágrimas pronto sumergieron la tierra hasta que un inmenso océano cubrió la tierra. El dolor de Futuna creó los mares de nuestro mundo, Nu'u, la fuente la vida. Wallis, sin embargo, lejos de Futuna, se vio atrapado en una pequeña isla, incapaz de consolarlo. El espíritu de la vida era incapaz de atravesar el nuevo océano. Wallis y Futuna se habían separado para siempre.

Sin embargo, Nu'u, la historia no termina allí. Al paso de los días, Futuna volvió a explotar los volcanes bajo el agua. Cuando la lava tocaba el océano, una nueva isla nacía desde las aguas. Incrédulo, Futuna repitió una erupción, pensando que así, tal vez, Wallis supiera donde estaba. Así es como nacieron las islas donde vivimos, Nu'u. Wallis saltaba de isla en isla, llenándola de vida, siguiendo las enormes erupciones de lava, donde habría más hermosura que pudiera florecer.

Dice la leyenda, Nu'u, que cada vez que explota un Volcán, Futuna intenta acercar a Wallis para pedirle perdón. Si ves a lo lejos en una isla, aunque sea una pequeña palmera, sabrás que Wallis está cerca, y que seguramente sigue buscando a Futuna.

Ocean ManOù les histoires vivent. Découvrez maintenant