Spin Off I - Valiant

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NOTAS

¡Hola chicos! Bienvenidos a los Spin Off de la Única.  En estas historias breves encontraran fragmentos contados desde el punto de vista de Valiant Philippo y Meridia, que son los personajes creados por mí misma. (Ya que de los demás personajes originales de La Selección, los Spin Off existen en la versión de Happily Ever After escrita por Kiera Cass).
Cada fragmento está basado en escenas específicas de La Única. No son historias largas, ojo con eso. Aquí busco destacar en qué momentos de la historia, cada personaje ve su vida transformada por algún hito en particular.
Disculpen la demora en la realización de estas historias. Ya van saliendo poco a poco.  Si quieren saber más novedades de los avances, pueden seguirme en mis Redes Sociales.  Notas adicionales, al final del capítulo. Espero que los disfruten.

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SPIN OFF “LA ÚNICA”
“EL ACTOR” Una historia de Valiant.

Escenas paralelas contadas por Valiant en la bienvenida de America como embajadora, y el regalo que ella le hace a Maya de las entradas al parque de diversiones.
Capítulos XI y XV por si los quieren releer.

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Cuando Maxon me pidió que vigilara la salida fronteriza en Labrador, jamás imaginé que algo tan inesperado como dejar escapar a una de sus seleccionadas del país, se transformaría en una página de mi vida que no podría olvidar jamás.
Luego de ese día todo parecía volver a la normalidad. Al trabajo diario, vigilar reuniones reales, cuidar puertas, cambiar turnos… en mi vida nada salía de lo común. Los cuidados de Maya eran sagrados como siempre, las transfusiones, los paseos en mis días libres, y esa brutal promesa de llevar un día a mi hermana a su parque de diversiones favorito antes de morir.
Tal vez ese era el peso más grande con el que cargaba en mi espalda. Cada vez que estudiaba mi cuenta bancaria algo no encajaba—siendo incluso un Dos—, y es que con lo costoso de sus transfusiones sabía que jamás podría ahorrar lo suficiente para llevarla a Adventure Land. A ese paso tardaría años en poderle cumplir su deseo más grande, y nunca sabía cuando podía ser el último día de su vida —o incluso el mío, si los ataques de los rebeldes no cesaban—.
Pero la cotidianidad de mi vida, y la de todos en el palacio en realidad, dio un vuelco cuando la boda del príncipe comenzó a aplazarse y el país se dio por enterado que el paradero de la seleccionada que yo mismo había permitido escapar del país, estaba nada más y nada menos que en Italia, compartiendo con el monarca más poderoso del viejo continente.
Estuve varios días agachando la cabeza cuando me cruzaba con el rey, temía que  mi expresión delatara lo que había causado. Jamás había sido mi intensión causar problemas y mucho menos un revuelo, pero la pobre chica estaba tan desesperada por huir —y no la culpaba—, que creí que estaba cometiendo una buena acción al dejarla escapar de Illea. A fin de cuentas, ¿qué mal podía causar? Era una seleccionada más entre muchas, y una vez casado el príncipe todos se olvidarían de quien había quedado en segundo lugar.
Pero eso solo había sido una pequeña bola de nieve que poco a poco se transformó en una avalancha en la vida de todos dentro del palacio, especialmente en la mía.
Cuando comenzó a aparecer en portadas de revistas internacionales tomada del brazo del príncipe italiano, no sabía dónde meter la cabeza. En las reuniones de las cocinas todos hablaban de ella, leían los reportajes y yo solo me mordía la lengua. Yo había causado todo ese revuelo sin querer. Simplemente me había dado pena la pobre muchacha. El día que habló con Maxon escuchamos junto a dos colegas la discusión tras la puerta —sin querer por supuesto—. Luego la vimos salir con el mentón en alto, la nariz y las mejillas rojas producto de las lágrimas. Algo había sucedido, un mal entendido en la elección del príncipe probablemente, porque ninguna seleccionada había terminado con el corazón tan roto como America Singer.
Y jamás había visto a Maxon tan deprimido, ni siquiera las veces que su propio padre lo rezagaba de las reuniones importantes.
Cuando Lady America se presentó ante nosotros el día de su partida para hablar con Maxon, quise reír. Realmente se arrepentiría de haberla dejado marchar.  Siempre creí que era un suertudo por tener tantas mujeres bellas a su disposición, pero Lady America esta vez se llevaba los aplausos. Es que… realmente parecía una reina. No sabía qué hacían sus doncellas con las manos, pero ese vestido seguro le habría provocado a Maxon un gran arrepentimiento.
Cuando me hice a un lado para dejarla entrar sabía que luego tendría problemas, pero ¿y qué más daba? Yo era de los que creía que todos merecían una segunda oportunidad. Mi boca dejó escapar un “Larga Vida a Lady America” que sorprendió a mis compañeros. Me alcé de hombros.  A pesar de aquel final inesperado, por alguna razón sabía que ella sería reina, y que probablemente sería mejor sobreana que los que nos reinaban actualmente. Porque si bien la reina Amberly era una dama, le faltaban las agallas que a Lady America le sobraban. Y quería que supiera que contaba con un súbdito fiel.

Spin Off de La ÚnicaWhere stories live. Discover now