𝐏𝐄𝐑𝐒𝐄𝐈𝐃𝐀𝐒 星雨 CHANGLIX

二

Una semana más tarde, se encontraba junto al espejo de su habitación y con Bang Chan a un lado de él, quien iba asintiendo o negando con su cabeza cada vez que Changbin cambiaba alguna prenda de su atuendo completo. Jisung, por otro lado, se encontraba tirado en la cama, sonriéndole a la pantalla de su celular; Había prometido darle infinitos consejos de moda y evaluarlo con un ojo lo suficientemente crítico como para que el bajito se sintiera con la confianza necesaria e innecesaria de deslumbrar más que las mismas estrellas que debían protagonizar la noche, pero todos sabían que nada de lo que el castaño prometiera, y que tuviera relación con la moda, iba a resultar de acuerdo al plan.

-¿Puedes venir y aportar, aunque sea algo tú también? -Changbin llamó la atención del chico de entretenidas mejillas que se reflejaba en el espejo desde su ángulo de visión, mientras se giraba en su propio sitio para confirmar una y otra vez que el atuendo que habían escogido en conjunto con el mayor del grupo era el certero.

Jisung levantó la vista y asintió vagamente volviendo luego a centrarse en la notificación que recién acababa de llegarle del Kakao.

-Te ves bien.

-¿Solo bien? -Changbin ahora se encontraba brincando sobre el colchón de la cama en donde Jisung se había instalado, con el único objetivo de fastidiarlo por el poco interés en su crisis fashionista. -¿Y con quién hablas tanto? ¿Quién es más importante que yo en estos momentos, ah? -Comenzó a lloriquear abalanzándose sobre el cuerpo del menor en seguidos intentos de quitarle el teléfono de sus manos. Entre manotazos y mordiscos consiguió obtener el aparato y, abriendo el chat más reciente, activó la opción de grabar audio para mandárselo al receptor correspondiente. -Minho, deja de distraer a tu "noviecito", si tanto quieren verse ¿por qué no vienes al cuarto y me ayudas tú también? Que de algo te sirva lo visual.

Jisung recuperó su propiedad sintiéndose atacado por el atrevimiento de Seo.

-¿Qué pasó con mi Bin-sual? -Inquirió Chan, preocupado por la avalancha de inseguridad que de pronto estaba saturando a Changbin. -Siempre te vistes bien, y no es primera vez que Felix y tú salen juntos, no entiendo por qué tanta desconfianza.

-Hoy no, amigo. No es uno de mis mejores días. -Suspiró volviendo a acercarse al espejo de cuerpo entero que colgaba junto al clóset. -Qué suerte de Felix, de seguro Hyunjn lo estará asesorando.

-Deja de llorar. Vestido así cualquier chica querría entregarte sus bragas... -Un Minho indiferente se adentró en la habitación llevando un aura tan casual consigo como si hubiese pasado horas junto a los otros tres que se reunían dentro. Teniendo su objetivo fijado, fue a donde este, sentándose a un lado de Jisung y haciéndole abrir sus brazos para instalarse cómodamente sobre su pecho, así conseguía tener una visión más confortable del estresado muchacho pelinegro y su excesiva e inusual preocupación por lucir fantástico. -Además, de noche todos los gatos son negros, y con mayor razón tú porque... ya sabes... toda la ropa que traes es negra, entonces... ¿con mayor razón? -Bufó y agitó su cabeza la cual, segundos después, estaba siendo frotada contra el pecho de Jisung como si estuviera acomodando una almohada en donde poder dormir, el castaño se observaba nervioso y solo atinaba a hacerle torpes cariñitos en su cabello mientras asentía en dirección a los chicos mostrando su acuerdo con la frase de Minho.

Changbin finalmente se resignó. Después de todo, su conjunto no era deslumbrante en demasía, pero tampoco lucía apagado, estaba en el perfecto punto del equilibro. Miró a todos, enseñándose a sí mismo, buscando un sí o un no que marcara la respuesta definitiva. Todos asintieron como si con la cabeza dibujaran los caracteres que le decían a Bin "Te ves apuesto esta noche, ahora vete de una vez". Él, por supuesto captó el mensaje y dio un último suspiro, el "game over" que todos venían esperando después de horas y horas de agotamiento mental por una absurda emergencia de la moda, el capítulo de hoy protagonizado por Seo Changbin.

Bang Chan decidió acompañar a su amigo hasta afuera. Habían llamado a un chofer de la agencia para que los llevara hasta un lugar apartado que fuera adecuado para presenciar el espectáculo astronómico, con la promesa de pagarles un dinero extra por el favor. El vehículo ya se hallaba aparcado justo frente a la casa de los chicos, esperando a que estos aparecieran y subieran. Changbin se adelantó al menor ambarino, así que aprovechó la instancia para acomodar sus cosas dentro del auto, y de esconder la bolsa de papel que Chan le había ayudado a cargar. La pusieron cuidadosamente en la sección del equipaje y se despidieron momentáneamente hasta que el menor hiciera aparición.