Capítulo 4

125 18 7
                                    

"Capítulo 4"

No dudo dos veces y le contestó a Dilan.

— ¿Hola?

—Hola Danni ¿Qué tal tu paseo? Quería saber de ti.

Dios mío Dilan quiere saber de mí, siento mis mejillas arder. Se me sale una sonrisa muy estúpida y captó la mirada de Seb celosa.

—Eh, me fue m... muy bien, Gracias por estar pendiente.

—De nada, todo por la chica más linda del mundo.

Oh.

—Y, ¿Cuándo comienzas clases? —me pregunto Dilan.

—La semana que viene ¿Y tú?

—Igual, que casualidad.

—Si.

Espera, será que ¿Él va a estar conmigo?, No lo dudo mucho un chico millonario como él debe de estar en un cole...

Seb se aclaró la garganta separándose de mis pensamientos.

—Bueno, Adiós Dilan, ya voy a llegar a casa. Te escribo mañana ¿Sí?

—Dale Danni te quiero mucho, que sueñes conmigo.

Colgué, no quería ni responder lo que me dijo y es raro que me digas esas cosas.

— ¿Quieres ir a cenar algo, antes de ir a tu casa? —me pregunto Seb y menos mal ya que tengo mucha hambre.

—Suena muy bien, me gustaría y ¿A dónde vamos?

—Es un secreto.

— ¿En serio? Solo falta que sea un lugar muy romántico después nos besemos y terminemos en la cama.

—Oye, oye, oye calma. Me gustaría que pase eso pero no si tu no me das el permiso ¿Ok?

No me aguante para reír.

—Ok, ok no hay problema.

—Ok. Ten eso claro

Empecé a reír aún más fuerte.

***

—Ya estamos llegando —aviso Seb con una sonrisa en su rostro perfecto ¿Qué estará pensando?

En la entrada había un cartel que tenía el nombre escrito Restaurant Marcellino, con que este es el lugar, vamos a ver como es.

Estacionamos la camioneta y nos bajamos, caminando en dirección a el Restaurante.

—Espero que te guste —me susurró Seb en el oído. Se me erizó los pelos de la nuca al sentir su aliento.

Ya entramos y nos recibió un muchacho muy simpático, tenía los ojos Verdes y el pelo castaño. Nos dedicó una sonrisa mientras que estábamos al frente de él.

—Buenas noches, ¿Que desea?

Sentí las manos de Seb enrollarse en mi cintura, contraje el aire. ¿Qué le pasa?

—Buenas noches, la señorita y yo venimos a cenar.

—Vengan conmigo, por favor.

Lo seguimos a una mesita de mantel blanco y uno más pequeño rojo con dos sillas de madera y un cojín rojo. Al sentarnos, nos traen unas copas de vino y la carta donde están las comidas.

— ¿Qué quieres comer Daniela?

No me gustaba cuando alguien decía mi nombre completo. Así que empecé a jugar su juego

Only Kiss Me ©Where stories live. Discover now