Me quedé muda por un segundo. Luego la ira me subió desde el pecho hacia la garganta; rechiné los dientes y empecé a teclear a toda velocidad.

 Luego la ira me subió desde el pecho hacia la garganta; rechiné los dientes y empecé a teclear a toda velocidad

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No podía más de la rabia. Caroline tardó unos minutos en responder, quizás mientras averiguaba por Holly exactamente sus palabras. Me mordí el labio inferior, mientras me perjuraba que el lunes la buscaría para plantarle cara por difamarme, cuando había sido justo ella la agresora.

 Me mordí el labio inferior, mientras me perjuraba que el lunes la buscaría para plantarle cara por difamarme, cuando había sido justo ella la agresora

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No pude contenerme, la ira me hizo ponerme de pie y empezar a teclear furiosa de nuevo, aun cuando, en la casa de en frente, Luca abría una ventana del primer piso, aquella que daba a un balcón a la calle.  

  

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—¡Pss!

Luca me estaba chistando. Me forcé a concentrarme en él, pues me invitaba a entrar y Nora solamente podía sacarme la tranquilidad de la noche por un par de minutos. No iba a permitirle afectarme más; después de todo, Edén tenía razón. Todos me conocían bien, no tenían porqué creerle a la chica nueva que hablaba de cosas raras.

Crucé la calle a las corridas, pegué un salto y aterricé en el balcón, frente a Luca, que sonrió encantado con mis habilidades, hasta que vio mi cara.

—¿Qué te pasa?

—Nora me pasa —gruñí, pasando por debajo de su brazo extendido, que mantenía la puerta de la ventana doble abierta. Confundido, él me siguió adentro.

Suspiros Robados (Libro 1) [Disponible en librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora