Entre Sombras

Capitulo 2- Vida "Cotidiana"

Después de un largo rato de reposo y unas cuantas pruebas y diagnósticos, por fin me dieron de alta en aquel hospital, en cuanto salí de los diagnósticos, Jass me estaba esperando.

-Por fin sales- dijo con voz un poco sarcástica
-Lo se fue tardado, pero yo no fui el culpable, los médicos me hicieron muchas pruebas cada una diferente a la anterior- dije de manera perezosa
-¿Y salió todo bien?- pregunto
-Me prepararon una receta, para anticipar algún dolor que podría tener, pero más haya de eso si, ¿y tu padre?- pregunte ya que no lo había visto en la sala de espera
-Se tuvo que ir a un encargo y según el, llegaría a tiempo para que tu salieras, así que en cuanto tu y el ya se habían tardado bastante le llame y le dije que cuando salieras nos iríamos caminando a casa- dijo con una mirada muy estratégica, como si ya lo tuviese todo planeado
-¿Qué fue lo que dijo tu padre?- pregunte
-Que esta bien- dijo -Que por como te veías cuando entraste podrías arreglarterlas para llegar a casa, te tiene muy mal estimado a mi parecer-
-¿Por qué?- pregunte
-Caminar después de haber estado en estado inconsciente y casi desangrandote, no creo que sea una muy buena idea- dijo
-En ese caso creo que me estas subestimando demasiado- dije
Sonrió y empezó a caminar, seguramente para que le demostrase lo que le había dicho, rápidamente le seguí el paso.

Perdido en una ciudad en la cual anoche sólo distinguía por un reloj a la lejanía, guiado por una chica la cual sólo había conocido esta mañana y que le debía la vida a su padre, perdido en mis pensamientos veía cada calle pasar Black Prince Rood, Vauxhall Street,Sancroft Street, Orsett Street, Tyres Terrace, viendo con tanta ilusión como si fuera un niño pequeño que no había conocido el mundo más allá de su cuadra, en eso me detuve y empeze a escuchar unos niños jugando, volte y vi un pequeño parque el cual en ese momento estaba sólo, empeze a escuchar que alguien me llamaba, era una voz femenina pero diferente tanto a la de Jass como a la de aquella noche.
-Damián vámonos- dijo
-Damián, Damián!- dijo Jass sacudiendome un poco y desconcetrandome de mis pensamientos y haciéndome reaccionar
-¿Pasa algo?- pregunto preocupada
-No- respondí -Estoy bien sólo que, siento que esta vez un recuerdo se confundió con la realidad.
-¿Esta vez?- pregunto desconcertada, le explique lo que había escuchado la noche anterior cuando estaba inconsciente, se quedo un poco intrigada, -Me gustaría saber que es a lo que se refiere con eso o por lo menos quien fue quien te lo dijo- dijo, sorprendiendome un poco ya que tenía la misma ambición que yo por resolver las mismas dudas que tenía.

Después de un tiempo caminando, llegamos me sentía bastante cansado por el viaje la casa parecía como un local antiguo, fachada de madera al igual que los marcos de las ventanas que dejaban mostrar unas cuantas hileras de estanterías repletas de libros
-Bueno aquí esta, al parecer no llego mi padre antes que nosotros, espera a que abra-
Sacó un manojo de llaves de su bolsa y abrió la cerradura rápidamente dejando ver todas las estanterías iluminadas por la luz de la calle
-Pues aquí obviamente es la librería y abajo en el sótano ahí unas copias de los de aquí y unos cuantos libros más, ya mi padre te dará un tour por halla, la casa está en los pisos de arriba, sígueme, si es que todavía tienes aliento- dijo burlona, le seguí por las escalera y llegamos al piso de arriba había lo normal, una sala, una cocina, un comedor, lo que parecían ser habitaciones y una puerta antes de otra escalera.
-Tu cuarto esta arriba, después de aquel baño, subes y verás dos puertas la que está al frente es la tuya- dijo
-¿Y qué hay detrás de la otra puerta?- pregunte
-El estudio de mi padre, que ya esta acumulando un poco de polvo, así que no creo que se moleste en que le heches un vistazo- dijo y se dirigió hacia lo que parecía ser la puerta de su habitación
-Gracias- dije y yo también me dirigí a hacía las escaleras, voltee de reojo y me sonrió

Llegue al cuarto y había una cama con dos mesas de noche, en una una lámpara y en la otra lo que parecía ser un despertador, en una esquina del cuarto estaba el armario y en medio de el cuarto dos sillones individuales que tenían su mesa de café entre estos, me sorprendí un poco de que lo que parecía ser un cuarto de invitados lo hayan puesto tan decorado, yo había escuchado que era justo lo contrario, pero me parecía bien por lo menos la cama era más cómoda que la pared de aquel callejón; después de un rato tirado en la cama divise el sonido de un carro estacionadose justo en frente de la librería, Alexander, me levanté de la cama y fui hacia la librería para pedirle una rápida instrucción para mañana, iba bajando y escuche el sonido de la campana de la entrada.
-Hola Damián, ¿Qué paso? ¿Te agrado tu habitación?- pregunto contento
-Es acogedora, gracias por dejarme quedarme aquí- dije
-No hace falta que me lo agradezcas, te lo agradeceré yo por acceder a hecharme una mano aquí, supongo que tienes alguna duda de lo que vas a hacer- pregunto
-Pues sí, era justo lo que le iba a preguntar- respondí
-Entonces, tu te encargarás de hacer cuentas de itinerario de el almacén del sótano, de aquí arriba y de una que otra vez atender a un cliente, no te preocupes de que serán muy seguidas por que Jass normalmente es la que siempre va a a preguntarles y si nos es ella soy yo, ven te diré lo que tienes que tener en cuenta al hacer eso- dijo entusiasmado.

Fuimos al sótano y me mostró lo que parecían hileras interminables de libros recopilados, me mostró que los libros que están arriba están anotados y que si se llevan uno ahí que remplazarlo, pero si se acaban las copias de este, se debe remplazar por uno que pueda venderse en su lugar, si algún libro no se vende se tiene que llevar al sótano, para que después se venda en lo que le llaman "recogida" (empleados de diferentes librerías vienen se llevan varias copias de unos ejemplares para tener más variedad en sus librerías) entre toda esa explicación que parecía que la daba con mucho ánimo, dijo -¿Cómo te fue en el camino con Jass?-
-Bien, supongo- respondí
Se quedo mirándome por unos segundos y luego se retiró dejándome la lista de libros en las manos, lo único que podía anticipar para mañana era que me esperaba un largo día.