Mi querido rival (Sehun y tú)

Capitulo 2. La historia de ÉL

Había llegado por fin el día de entrar a la universidad y mi mente no dejaba de recordar lo que mi tío me había comentado hacía unos días. - Parece que esta vez no fuiste el mejor en los exámenes- dijo con tono burlón. - Esta bien tío, pronto ajustare cuentas con esa persona- le dije para callarlo. - Esperemos que así sea y no dejes en mal en apellido Oh, tomando en cuenta que quien te lleva la delantera es una linda chica.

Me quede perplejo, no es que yo fuera un misógino machista de lo peor, pero nunca me había topado con una chica de mi nivel y mucho menos con una que me superara. Debo admitir que una pizca de envidia apareció, envidia y deseos de conocer a la dichosa chica.

Cuando por fin la conocí. Era esa chica que se atrevía a pararse a mi lado diciendo todas esas palabras de bienvenida que yo no me atrevía a decir. Estaba enojado, realmente enojado.

Cuando iba de camino al aula un profesor, amigo de mi padre, me dio una cálida bienvenida diciendo que esperaba mucho de mí, esperando que el hospital en el que trabajaba siguiera en manos de los Oh. Así es, mi padre era director de un importante hospital en Seúl, en el cual también trabajaba gran parte de mi familia. Me despedí con la mejor cara que pude poner y entré rendido al aula, sabiendo que ella estaría ahí.

La clase estaba por comenzar, así que entré de la manera más desapercibida que me fue posible, aún así no pude evitar algunas miradas furtivas de las chicas.

Me senté dos bancas detrás de la suya pero desde ahí podía observarla perfectamente. Era no muy alta, de unos 1.60 mts, tez blanca, cabello oscuro y unos enormes e hipnotizantes ojos verdes. Lo cual me pareció muy extraño ya que ¡hey! Estamos en Corea, probablemente era extranjera, eso también podría explicar su curvilínea figura y sus bien formados atributos. - Que estoy pensando- dije para mí - ella es mi rival.

Aunque fuera así no podía negar que era extremadamente linda y pensándolo mejor esa podría ser una ventaja a mi favor...

Llego el momento de la presentación, di la mía de manera muy formal ganándome a varios de mis compañeros (sobre todo compañeras) como pude notar, para mi sorpresa ella no se inmuto, al contrario notaba cierta decepción en su rostro. Trate de no darle importancia.

Llego su turno de presentarse y para variar la sorprendieron en las nubes. En serio, ¿Está chica estúpida fue quien me ganó? No podía creerlo.

- Hola, soy Park ______, tengo 18 años y es un placer conocerlos- dijo con angelical voz.

Aún así, su presentación fue pobre y común, a lo que mi gran soberbia no pudo resistir e hice un comentario desagradable.

-Patético- solté, de lo cual me arrepentí enseguida. No quería que se diera cuenta de mi afición hacia ella. La vi rodar los ojos e ignorarme para mi suerte.

La batalla apenas comenzaba, tendría que idear la mejor forma de superarla y no descansaría hasta lograrlo. Me sentí un poco mal por ella al pensar que ignoraba en lo que estaba metida la pobre, luego recordé que ningún ser es lo suficientemente inocente como para no caer en este ruin juego que yo acababa de comenzar.