La cara de _______ se enterró en mi cuello mientras soltaba un gemido, sus dientes mordieron mi piel haciendome jadear fuertemente.

-Te necesito- dije mientras le bajaba las bragas y ella a mi los calzonzillos-. Porque, sin buscarte te ando encontrando por todos lados principalmente cuando cierro los ojos.- dije y los dos quedamos completamente desnudos. Este era el momento de demostrarnos cuanto nos amabamos el uno al otro, nada a nuestro alrededor importaba más que nuestro momento. Su cuerpo se posiciono mejor sobre mi pene, ya ergido y mirando directo al cielo. Me reí interiormente.

Recuerdo que dolía, mirarla dolía. Ahora es como la luz de mi vida, como si mirarla fuera mi único escape y lo que me hace seguir con vida.

-¿Recuerdas el día que todo empezó?- me susurró sobre mis labios.

-Lo recerdo, soy un completo idiota.- dije con una sonrisa.

-Fuiste.- ella me reprendió y me dio un pico sobre mis labios.

-Tu fuiste, y eres, mi mejor historia. Hasta el sol me parece frío cuando estás lejos. -le dije sincero, tal vez sí, era muy cursi, pero este era el gran momento de todo lo importante. El definitivo para seguir, ella conmigo y yo con ella, juntos sin que nadie se interponda entre nuestros caminos.

-Sigue besándome.

Y seguí besandola, bajo la lunda, desnudos junto a las olas del mar. Hoy soy lo que un día me prometi nunca ser, y no me importa, lo único que me importa es que soy feliz y es a su lado.

-______- le susurré, preparandome interiormente.

-Dime- ella dijo intentando recuperar el aliento.

-¿Quieres ser mi novia? Estar conmigo siempre, pase lo que pase y poder contar mutuamente para cualquier cosa. Compartir nuestro amor uno con el otro sin que nada ni nadie se interponga.- lo dejé en el aire, dejando que las palabras se las llevara el viento por lo que pudiera pasar, ella me miró a los ojos sin saber que decir. Tal vez habia sido un error, una simple mala idea pero no perdía nada diciendole y pidiendole lo que mi corazón quería. Porque sí, estaba enamorado hasta las trancas.

-¿Qué?- preguntó y fue como si el mundo cayera sobre mi cabeza. No, esa era la respuesta. Pero siguió hablando-. Creo que es lo más estúpido que puedes preguntar. Voy a ser tu novia Justin, para compartir contigo cualquier cosa, el amor, las peleas, todo.

Y un peso se bajó de mis hombros a la velocidad de la luz. Ella ahora era mía y no la iba a dejar ir por anda del mundo. Recibiría una bala por ella y, en verdad, no exageraba. Ella en estos momentos, era mi todo. Mi mundo, el que iba a cuidar y mimar con todo lo posible. La besé, esta vez con más pasión que la anterior, mordiendo su labio inferior pidiendo el permiso para que abriera su boca, metí mi lengua iniciando una guerra entre las dos. Un gemido se escapó al mismo tiempo de nuestras bocas, sus uñas se clavavan en mi espalda y en vez de dolor, me producía un placer incontrolable. Mi mano derecha se puso entre nuestros cuerposy fue bajando hasta su monte de venus, perfectamente depilado, lo acaricié provocando en su cuerpo un estremecimientos. Me reí en el beso y me decidí por seguir adelante, moví más mi mano llegando a sus labios ya humedos, los acaricié con dos dedos y los moví en circulos, su boca se separó y soltó un gemido moviendo las caderas al ritmo de mi mano, toqué su clitoris con mi pulgar y soltó otro gemido, esta vez más fuerte.

-Justin- gimió mi nombre y eso me puso como una moto. Me moví a un lado y me puse yo sobre ella, la miré a los ojos mientras jadeabamos.

-Voy a hacer que tengas el mejor orgasmo de tu vida, nena- dije entre jadeos.

-Vale, pero empieza ya o harás que me corra aún sin empezar- sijo y yo me reí ante su comentario.

Miré mi polla, palpitaba del puro placer y la agarré con mi mano, puse mi glande en su entrada pero antes de hacerlo hable:

-¿Estas segura de esto?

Ella asintió fuertemente con la cabeza.

-Nunca he estado más segura en mi vida.

Me preparé mentalmente y, mirandola fijamente a los ojos entré en ella, rompiendo la barrera que la mantenía virgen, ella tenbló y clavó aíun más sus uñas en mi espalda. Paré.

-¿Te he hecho daño amor?- le pregunté, la preocupacion clara en mi voz.

-No, continúa, no pares.

Y no necesité más, cogí un ritmo más rápido mientras veía como mi pene entraba y salía de ella. Aquí estaba yo, haciendole el amor bajo a la luna a la que ahora era mi novia, y también mi vida.

La fea {JustinB.}Where stories live. Discover now