Una semana después
Salto de la cama y corro hacia el baño. Dejo caer mis rodillas al piso, levanto la tapa y vomito los deliciosos bocadillos que había cenado esa noche.
Siento como las manos de Peeta me agarran el cabello en una coleta para después acariciar mi espalda.
-Katniss ¿estás bien? -pregunta mientras lavo mis dientes y mis manos. Asiento-. Te ves muy mal.
-No te preocupes, Peeta -digo y miro el mar azul en sus ojos-, sólo son náuseas, a lo mejor algo me cayó mal.
-Vamos a dormir, apenas son las cuatro de la mañana.
Asiento.
Nos acomodamos de nuevo en la cama, Peeta pasa su brazo por mi espalda y mi cabeza en su pecho escuchando sus latidos.
Cierro los ojos y suspiro.
Así es como quiero estar siempre.
Oh no.
Corro de vuelta al baño, me tiró de rodillas y vuelvo a vomitar.
Que asco, maldición.
-Katniss, hoy iremos al doctor -Peeta acaricia mi espalda y sostiene mi cabello.
-Sabes que no me gustan los hospitales -me pongo de pie y lavo mis dientes.
-Katniss, es necesario -me abraza por la cintura y su nariz la apoya entre mi cuello y mi hombro.
-Quizá sólo comí algo que me hizo mal, eso es todo -acaricio su mejilla.
-¿Cada cuándo te hacía mal la comida? Katniss, a veces comían comida en mal estado y nunca te hizo mal, ¿cierto?
Mierda, eso es cierto.
-Tranquilo, Peeta, todo esta bien -beso la comisura de sus labios y camino hacia la cama.
-De acuerdo -suspira y volvemos a acomodarnos.
Cierro los ojos y caigo profundamente dormida.
Siento un pisotón en la pierna y abro los ojos de golpe.
-¡Willow! -Peeta se soba la pierna, supongo que también lo lastimó.
-¡Mami! ¡Papi! -Willow brinca en toda la cama mientras aplaude.
-¿Qué sucede, hija? -suelto un suspiro -. Deja de brincar.
Mi niña obedece de inmediato y se sienta en la cama.
-Tengo hambre -se toca la panza y me mira con sus hermosos y enormes ojos azules.
-Bien, ahora bajamos a desayunar -cierro los ojos.
Pasé muy mala noche, estoy demasiado cansada, me duele la espalda y las piernas.
-Katniss, yo haré el desayuno -Peeta se pone de pie y toma a nuestra hija en sus brazos-. Tú descansa, casi no dormiste, si no mejoras para el mediodía, iremos al doctor -se acercó a mi a depositar un casto beso es mis labios.
-Peeta -él sabe cuánto desprecio los hospitales.
-Sin peros -sale de la habitación y baja a la cocina.
Cierro los ojos y me relajo.
-¡Mami! ¡Mami! -escucho el grito de un niño, más no reconozco quién es el que esta gritando.
Comienzo a correr y en el piso están una niña y un niño, ambos llorando.
Me acerco y es Willow junto con el niño al cual no reconozco.
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Los juegos del hambre: Yo lo amo, él me ama, ¿cuál es el problema? (#1)
同人小說"Mi nombre es Katniss Everdeen. Tengo diecisiete años. Mi casa está en el Distrito 12. Estuve en Los Juegos Del Hambre. Gané junto con Peeta Mellark. Volvimos al Vasallaje de los Veinticinco. Escapé. A Peeta lo capturó el Capitolio. Le lavaron el ce...