Cumpliendo Sueños

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El aula de pociones se encontraba completamente llena, y se escuchaban susurros por todos lados, ¿la novedad? El secuestro de Hydra Malfoy y la aparición de Bellatrix Lestrange.

Teorías sobre qué había pasado se escuchaban por todos lados.

La puerta se abrió dejando ver a una pálida Lyra que tomó asiento junto a su hermano que permanecía callado.

Unos asientos más atrás otra chica se encontraba pálida y con ojeras; Delphini no podía procesar bien aún la noticia.

-Escuché que la secuestraron para un ritual para traer al señor tenebroso de vuelta.-Susurró una chica de Ravenclaw llamada Katherine White.

-Yo escuché que realmente los Malfoy vendieron a su hija a Bellatrix para no hacerse cargo de ella.-Murmuró Clarissa Bennet, otra chica de Ravenclaw.

-Dicen que esa familia está maldita.-Chilló Vanessa Hastings, también de Ravenclaw.

-Y nadie pidió tu estúpida opinión, idiota.-Soltó Lyra realmente enfadada.

El aula quedó en completo silencio, realmente los hermanos Malfoy estaban hartos.

Cada vez más estupideces sobre el secuestro de su hermana se escuchaban por los pasillos, ¿qué acaso las demás personas no tenían vida propia?

-¿Cómo me llamaste?-Preguntó Vanessa.

La estaba retando, a ella, ¿quién demonios se creía? No tenía nada en contra de los Ravenclaw, pero Vanessa Hastings, y sus amigas eran la excepción, las estaba soportando desde primer año, ya era demasiado. Aún recordaba cuando Vanessa y Katherine la habían hecho tropezar en segundo año.

Estaba a punto de hablar cuando Scorpius le ganó.

-¿También eres sorda?-Preguntó con fastidio el rubio.

-Scorpius.-Susurró Alicie que se encontraba atrás de él.-Tranquilo.

-No quiero volver a escuchar a nadie hablar mal de mi familia.-Dijo con voz fuerte Scorp.-¿Te quedó claro Hastings?

-Hablaba con tu hermana, no contigo.-Dijo la morena.-¿O es que ella no puede defenderse sola?

-Sí puedo, pero no voy a perder mi tiempo contigo.-Dijo Lyra y recogió sus cosas.

-Buenos días.-Dijo el profesor Slughorn entrando cuando Lyra salió del aula, enfurecida.
•••
-Creí que estarías aquí.-Dijo James.-Me llegó el rumor de que cierta rubia teñida, salió enojada de su clase de pociones después de pelear con una Ravenclaw.

-No estoy de humor James, no quiero decir algo hiriente.-Dijo Lyra con voz quebrada.

-Estoy para apoyarte, eso hacen los amigos, ¿no?-Le preguntó el castaño.

-No quiero que me veas llorar.-Admitió la rubia mirando hacia el bosque prohibido.

-Me quedaré pero cerraré los ojos.-Dijo James y se sentó junto a ella.

-Tonto.-Susurró con la voz quebrada y una sonrisa.

James rió y la abrazo, sabía que estaba muy mal por haber perdido a su hermana.

-Sabes Lyra, mientras estemos vivos siempre existe la posibilidad de que las cosas mejoren.-Dijo el chico.-Sin importar las posibilidades y controversias, tienes 2 nombres de constelaciones, ¿sabes que tienen las constelaciones?

-¿Qué?-Preguntó la ojigris.

-Estrellas.-Contestó el castaño.-¿Y sabes que hacen las estrellas?-Le preguntó mirándola fijamente.

-¿Qué hacen?-Preguntó Lyra.

-Nunca dejan de brillar.-Dijo James y tomó un mechón de la rubia y lo puso detrás de su oreja.

-Gracias.-Murmuró la chica.
•••
En un pueblo pequeño de Francia, en una pequeña casa se encontraba Bellatrix abrazando a una pequeña de rizos rubios.

-Mi esposo, Rodolphus, tenía familiares franceses, está casa era de su bisabuela, ella había querido vivir sola.-Le contaba la pelinegra a la pequeña Hydra.

-¿Tú también quieres estar sola?-Le preguntó la pequeña.

-He estado demasiado tiempo sola.-Contestó seriamente.-Sólo necesito alguien a quien hacer a mi imagen y semejanza.-Dijo viéndola y sonrió.-Y serás tú.