Capítulo 26

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Blue:

No soy una novia celosa.

"¡Ja! No hay quien te cree"

No soy una novia celosa, repito, pero si tengo al padre de mi bebé y mi novio coqueteando con las clientas, creo que es suficiente permiso para que la Blue celosa tome el control de mi cuerpo.

Suspiro y escucho como me llama el siguiente cliente en la fila.

— Señorita..

Parpadeo observándolo.

— Mi vuelto..

— Si, lo siento.—Me disculpo, veo a Chase por última vez y le doy el cambio al cliente.

—Hoy tenemos mucha clientela femenina.—Comenta Karen a mi lado y luego de darle la hoja con el pedido.

Desde que Chase empezó a trabajar a habido más clientela.

Mujeres, para ser precisa.

Y aunque no es el único chico atractivo que trabaja en el establecimiento, por alguna razón piden que sea el quien les lleve sus jugos FrunkiFruit.

—Y creo que sabemos la razón.— Añade Karen observando a Chase con una sonrisa.

Sigo su mirada.

Vamos, si es atractivo, pero nunca me había detenido a analizar cada parte de su físico, Chase es Chase, estoy enamorada de como es el, no de como se ve.

—¿Qué piensas, Blue?.— Me interroga mi otra compañera de trabajo ¿Acaso todas se van a unir a la conversación.—Ustedes son amigos ¿No?

Amigos, novios.

También es el papá de mi bebé.

— Si.— Me limito a decir.

—¿Y tiene novia?.— Se atreve a preguntar Mía.

—Sí, si tiene.

La desilusión cruza sus ojos, por un momento creo que intentara hacer una batalla, pero Mia elimina mi prejuicio retirándose limpiamente, supongo que ella no es de esas chicas y lo agradezco, no necesito otra Whitney Greyson entre nosotros.

—Ahí viene.—Dice

Las dos se alejan de mí y Chase de detiene frente a la caja, con una sonrisa más que satisfecha.

—Me dieron muchas propinas, Blue.— Me comenta orgulloso.

—Chase..

—Creo que podremos comprarle un regalo a frijolito.

¿Cómo puedo estar enfadada y querer besarlo justo ahora?

Trato de sonreír.

No es culpa de Chase ser tan atractivo.

—¿Las propinas vinieron con algo a cambio?.—Oh no, Blue celosa ha tomado el control otra vez.

Chase me observa confundido y cuando quiero hacer otra pregunta, nuestro jefe aparece al lado de él, lo rodea con un abrazo.

Nadie más que él está augusto con este aumento de clientela.

—Aquí está mí empleado estrella.

¿Empleado estrella?

—Apenas llevo unas semanas, Hector.

Y yo debo llamarlo jefe.

Creo que además de los celos que me provocan las miraditas cero indiscretas de las clientes femeninas, también estoy celosa de mi propio novio.

Chase apenas lleva unas semanas trabajando aquí.

Golpe de suerte (#2 Saga Bebé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora