Jiyong recordó cuando hace unos cuantos meses Seungri se vio decaído. Siempre le había dicho que se trataba del poco trabajo que le llegaba a la empresa, pero nada demasiado importante.

Sí que era importante, y Jiyong se sintió terrible por no haberle dado la atención necesaria en tantas ocasiones. Ahora se preguntaba si realmente conocía a Seungri. Era su mejor amigo y lo seguiría siendo, pero necesitaba conversar con él en privado y muy seriamente.


A pesar de no llevarse bien, alrededor de Youngbae y Seunghyun no se sentía un ambiente demasiado tenso. O por lo menos lo sabían camuflar.

Estaban en la mesa comiendo el estupendo asado que Youngbae se había encargado de preparar cuando el primer silencio extraño los ambientó.

—Está exquisito. —Dice Jiyong saboreando el jugoso filete. Seunghyun asiente a su lado, pero no dice nada.

—Gracias —comenta Youngbae.

Jiyong dejó que la conversación entre Seungri y Seunghyun fluyera para que la tensión no sea demasiada cuando preguntara. Ellos hablaban de anécdotas del trabajo o a veces Seungri intentaba dejarlo en vergüenza contándole algo bochornoso a Jiyong.

Cuando finalmente todo terminó en risas, intentó preguntar minuciosamente y en simpatía, sin embargo, eso no había significado que un pequeño silencio los incomodara un poco.

—Vamos, chicos. La hemos pasado genial y esta comida tiene que volver a repetirse. Estaría bueno conversar lo que sea que haya pasado y seguir adelante. —Aconseja Jiyong, sorprendiéndose a sí mismo de lo maduro que había sonado.

Seunghyun aprieta su mano suavemente.

—Tienes razón. Es una estupidez lo que pasó, no tiene importancia ahora que está más que aclarado todo.

Youngbae vaciló un poco, siendo el más orgulloso evidentemente en responder. Seungri suspiró cansado y rodó los ojos.

—Mira, en resumen, Youngbae me vio una vez arreglar el cierre del pantalón de Seunghyun y pensó que le estaba haciendo un oral.

Jiyong se congeló, miró con horror a Seunghyun y después perdió su vista en algún otro lugar de la mesa.

—No, no. No. Espera, ¿qué? Necesito detalles. ¿Qué mierda pasó?

—Ahora me entiendes, Jiyong. —Comenta Youngbae.

Jiyong se sintió muy celoso de repente.

Sabía que era pasado, en ese tiempo ni siquiera conocía a Seunghyun, y aun así fuese, a Seungri jamás se le pasaría por la mente engañarlo de esa forma. Pero era inevitable la molestia.

—Había llegado hace poco al trabajo y me dieron unos pantalones quizás de quién. —Comenzó esta vez Seunghyun. —El cierre venía malo de antes, y como Seungri era la única persona con la que hablaba, pensé que podría ayudarme.

—Y así fue. —Secundó Seungri. —Le estaba recién viendo el cierre cuando Youngbae entró.

—No es muy alentador entrar a los camarines y ver al tipo que te estás ligando de rodillas frente al nuevo. Menos aún cuando el nuevo estaba de espaldas contra la puerta. Vamos, no me pueden culpar por pensar mal, punto.

Seungri rió.

—No, no te podemos culpar, pero tampoco era necesario que le dieras tremendo puñetazo a Seunghyun. —Jiyong amplió sus ojos y volvió a mirar a Seunghyun. Este se vio avergonzado.

—¿Te pegó? —Preguntó preocupado.

—Estuve con el ojo morado por una semana.

Jiyong se llevó las manos a la cara y suspiró. Estos tipos eran totalmente unos locos. ¿Cómo algo así iba a ser nada? Siempre habían hablado del problema como si fuera algo que realmente no tenía importancia. No era grave, Jiyong podía entender que se había malinterpretado, pero habían llegado a los golpes.

MENTIRAS BLANCAS | GTOPWhere stories live. Discover now