El Comienzo

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Eran las 7 de la mañana. Me vestí y bajé para desayunar. Mi padre ya estaba en el trabajo, así que solo estoy yo, mi hermano y mi mamá.  Me despedí y salí de la casa. Mi colegio estaba cerca, así que llegaba en unos minutos. Cuando llegué, vi a Carlos y su pandilla. Traté no hacer contacto visual con ellos, pero me vieron y me agarraron el hombro.

- Eh, tu! ¿Nos estás ignorando o qué?

Mi boca no se pudo mover. Me dieron un golpe ligero. Igual, no podía decir ni una sola palabra.

Se enojaron. Estoy en problemas. Tengo que correr. Cuando vi a mi grado bajando, pude escapar.

- ¡Ja! ¿Ese cobarde cree que puede salirse con las suyas?- dijo Carlos.

Me salvé. Es la primera vez que escapo de los malotes. Pero no creo que pueda escapar de ellos en la hora del recreo.

- 9:49 AM -

Tenía miedo de salir. No quiero que me hagan daño. Soy un cobarde. Desearía tener amigos para que me defendieran.

- Weón, ¿vas a salir o no?- preguntó la profesora.

- Eeeeh... si... yo... ya voy, espera.

Salí del salón. Fui al parque. Cuando vi que Carlos y su pandilla no estaban, fui a un lugar secreto que solo yo conozco. Era un lugar oscuro y podía hacer lo que quiera allí. Abrí la puerta. Las luces estaban encendidas. Se supone que era yo el que los prendía, pero seguro alguien entró para limpiar. Fui a mi "trastero" y saqué un par de cosas, como una botella con agua mezclada con tinta y un tubo de ensayo con jugo de limón.

Crunch!

Escuché algo. Empezé a sudar. Nunca había creído en los fantasmas. Pero por esto, las ganas de no creer en los fantasmas desaparecieron.

Crack!

Oí otro ruido. Esta vez escuhé voces. Voces masculinas. Voces que se parecían a las de Carlos y su pandilla. Oh no, pensé. ¿Y si descubrieron mi lugar secreto? Fui a donde provenían las voces. Suavemente, bajé mi cabeza, y vi a Carlos y sus amigos. No puede ser. Tengo que escapar. Abrí la puerta lo más suavemente, pero sentí que Carlos y sus amigos me estaban viendo. Cálmate, dijo una voz en mi mente.

Salí lo más rápido posible. Tomé agua. Me salvé. Entré de nuevo, sigilosamente. Había olvidado que, si los dejaba ahí destruirían mi trabajo. Pero era muy tarde. Mis botellas y tubos de ensayo estaban en la papelera, rotas.

- Con que intentando escapar de nosotros, ¿eh?

- Yo... no... e-esto no es...- tartamudeé.

- Oh, ¿esto no es tuyo? Entonces, ¿de quién es esto?- Dijo Carlos, mientras sacaba un papel con mi nombre. Oh no, ¡ese papel era lo que usaba para estudiar!

- Así que... estabas haciendo trampa, ¿eh?

- No, ¡eso no es cierto!- Dije con un tono valiente.

Pero era muy tarde. Se empezaron a reír. Me golpearon y me patearon. El timbre sonó. Se fueron. No me podía mover. Después de 3 minutos o más, me levanté. Aún podía sentir el dolor. Intenté no llorar. Fui al salón.

- ¡Weón! ¿Qué estuvistes haciendo y por qué tienes moretones?

- Es que me caí...

[El autor se salta esta parte porque es muy larga y no tiene nada que ver con la trama]

- 11:41 AM -

Regresé a mi casa. No me gustó el día. Quisiera vengarme de Carlos y sus amigos, pero tenía miedo.

- 8:57 PM -

Ya casi era hora de dormir, pero no tengo sueño. No quiero ir a la escuela.

...

Recordé que Carlos me había dicho que tenía que darle dinero mañana. Oh no, estoy en peligro. Tendré que robarle el dinero a mi mamá.

- 3:01 AM -

Me desperté. No me había dado cuenta de que me dormí. Recordé lo que tenía que hacer, así que lentamente, me bajé de la cama y fui a la habitación de mis padres. Tomé el dinero lentamente y con pausas. Casi los desperté. Fui lo más rápido que pude a mi cuarto, y guardé el dinero.

[El autor decide terminar esta parte porque es flojo.]

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⏰ Last updated: Oct 28, 2018 ⏰

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