Terror En Hogwarts.

Prólogo Parte 2

En clase de Defensa Contra las Artes Obscuras, una rubia matenía su mano alzada tratando de llamar la atención de una señora con cara de un horrible sapo.

-¿Sí, señorita Lovegood?-Preguntó Dolores Umbridge a la rubia.

-¿Podría ir al baño?-Preguntó.

-Rápido Señorita Lovegood.

Luna se levantó de su pupitre y fue hasta el baño, caminó hasta abrir esa puerta hasta ese claustrofóbico baño, con solo 3 cabinas , caminó y fué hasta el lavamanos, abrió el grifo y se mojó la cara, cuando levantó la vista, se encontró con una extraña figura, un craneo0 con una lengua de serpiente saliendole de la boca, la rubia, confundida, decidió inspeccionarla, la miró por un momento, pero el peor error del mundo lo cometió en ese momento, la tomó en manos y la acercó a su rostro, los ojos de la calavera quedaron justamente en los de ella, y la lengua de la serpiente quedo en su boca, parecía una especie de flauta, ella sopló, grave error, un aire salió de la flauta entrando por la boca de la chica, esta comenzó a vomitar sangre y a gritar, la profesora Umbridge, por los gritos, envió a Katherine Stewart, una Hufflepuff de 4º curso como Luna, ella entró al baño y encontró a la rubia escribiendo palabras con sangre.

-Em ¿Luna?, La maestra te esta llamando-Dijo Katherin, jugando con sus rulos dorados, Luna se dió la vuelta, tenía los ojos rojos, piel más pálida de lo que es y la cara llena de sangre, Katherine retrosedió asustada, se pegó a la puerta tratando de buscar la perilla, pero esta mágicamente estaba cerrada con pestillo, Luna se acerco, con un hacha que apareció de la nada, pegó a Katherine a la puerta de un cubículo del baño y le puso un dedo en la boca en señal de silencio, la ató a el inodoro con mágia, tomó el hacha y corto uno de sus brazos, haciendo que la rubia gritara, le corto cada una de sus extremidades, cortó su ropa y corto sus senos (bubis como quieran decirle) y su intimidad, al final, en el aula se rscucharon los gritos de Katherine, cuando llegaron encontraron, sus brazos y sus piernas en una esquina, sus senos en una pequeña torre, su abdomen en un lavamanos, pero lo más escalofriante, su cabeza encima de una tarima del baño, los gritos de los estudiantes y de la profesora se hicieron presentes, mientras Luna (poseída) se hiba con una gran sonrisa psicópata en el rostro, arrastrando el hacha ensangrentada por el suelo, dejando gotas de la sangre de Katherin haciendo un rastro.