- Penѕaмιenтoѕ de υna мenтe deѕcarrιada

1.

Presenciando en silencio como las sombras parecían consumirlo poco a poco, reflexionó el significado de la vida, lo que trajo consigo el pensamiento fugaz de su existencia.

Las buenas memorias eran lentamente consumidas por las ideas pesimistas que recaían en sus cansados hombros a lo largo de todos esos años, apaciguando sus ganas de luchar por una causa perdida como lo era la libertad, el deseo de triunfar que afloraba en sus épocas de juventud.

Y riendo ensordecedoramente, las lágrimas brotaban con descontrol a través de sus ojos enrojecidos, rasguñando sin descanso sus desnudos brazos y rogando a la nada a su alrededor por un poco de compasión, la compañía que se le arrancó en sus tiernos años de adolescencia hasta empujarle en un abismo del cual no se encontraba dispuesto a salir.

Luchó, pero cada vez más heridas se incrustaban en su blanca piel en recordatorio de su soledad perpetua, condenado a sufrir y restregarse en sus recuerdos más recónditos sin la capacidad alguna de volver hacía atrás.

A ese tiempo donde fue feliz sin saberlo.