¿Puedo confiar en ti?

¿Me puedes apoyar?

Venian a mi cabeza nuevamente borrosas imagenes en las cuales vi otra vez a ese hombre sonreir, pero esta vez parecia...estar llorando.

-Señor Katsuki, señor Katsuki, por favor despierte es hora de su pastilla-decia un enfermera mientras ayudaba a sentarse al japones y le pasaba un vaso con agua.

Despues que el japones tomara sus pastillas la enfermera se retiró de la habitacion avisandole antes, a que hora  estaria ahi para su nueva dosis de medicamento.

Yuuri se encontraba perdido en sus pensamientos, cuando de pronto entro el albino a su habitacion con una gran sonrisa en los labios y unos ojos brillantes, llenos de alegria.

- YUURI!!! Buenos dias- decia Viktor al ver que el japones ya habia despertado.

-Hola Viktor ¿como estas?- respondio Yuuri con una sonrisa amable.

-Yuuri...tu... AL FIN ME RECORDASTE ??!!...- decia emocionado el albino.

-Ehhh... lo... siento aun no puedo recordar nada, pero asi me dijiste que te llamabas ayer, verdad - dijo el japones con una leve sonrisa, a lo que el albino mostro una cara un poco mas triste pero no por mucho tiempo.

-Jejeje tienes razón, lo siento olvide que te dije mi nombre- se diculpo Viktor un poco avergonzado.

-No importa, pero... Viktor...sabes... quisiera que me digas todo sobre ti, que te gusta, cuales son tus pasatiempos y otras cosas que me ayuden a recordar más de ti- decia el japones un poco sonrojado por el pedido que hacia- veras... a..ayer  cuando entraste, tuve un sentimiento extraño, pero por alguna  razón me senti más aliviado, a..asi que supongo...fuiste una persona muy importante para mi.

El albino quedo un poco sorprendido por el pedido pero tomo las manos del japones para responderle.

-Claro que sí, como podria negarme a un pedido tan hermoso de mi cerdito-decia el albino con un leve sonrojo y una hermosa sonrisa.

-C...cerdito?- pregunto Yuuri un poco desubicado.

-Jajaja...yo te llamaba asi de cariño ya que cuando nos encontramos nuevamente  parecias un tierno cerdito- le dijo Viktor mientras acarisiaba tiernamente  la mejilla de Yuuri.

-Sabes Yuuri, yo... no importa las veces que sea necesario pero hare que te enamores una vez más de mi, porque yo no quiero perderte nunca- dijo Viktor con una cara mas seria y un leve sonrojo, tomó de la mano a Yuuri para darle un tierno beso.

- SEÑOR NIKIFOROV, LE DIJE QUE SE QUEDARA EN SU HABITACION PARA QUE PUEDA REVISARLE EL DOCTOR-decia una enfermera un tanto enfurecida, ya que el albino no hizo caso a su explicacion anterior.

La enfermera le ordeno que fuera nuevamente a su habitacion y este tuvo que hacerle caso, hizo un puchero antes de irse y prometio volver más tarde a visitar al japones.

Viktor caminaba en los pasillos con una bella sonrisa la cual desaparecio cuando nadie lo veia e incluso sus ojos perdieron su brillo.

-Yuuri... no te debes preocupar... despues de todo yo hare lo posible para que te enamores nuevamente de mi y podamos empezar felices esta relación, sin entrometidos- dicha la ultima frase puso una expresion mas seria aun, la cual nadie fue capaz de ver.

Pasaron varios dias en el hospital, Yuuri poco a poco iba recuperandose al igual que Viktor, Hiroko iba a visitarlos cada dia hasta que les dieran el alta.

Mientras tanto Viktor cada mañana le contaba cosas de él a Yuuri e incluso le contaba emocionado todos los momentos felices que pasaron juntos hasta el momento.