Capítulo Único

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En honor al pasado cumpleaños de Gongchan le escribí esta pequeña y sencilla historia, un Gongdeul porque me encantan. 

Lleva el AU de Sweet Girl (las personificaciones del MV) en el cual mezcle los universos de cada uno. 

Si alguien está leyendo esto, espero disfrutes de la lectura. 

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Gong Chanshik estiró su fino traje, tomó una bocanada de aire y abrió las puertas. Dentro, en lo que era una habitación sencilla pero elegante, lo esperaba su invitada, una jovencita de atuendo azulado. Chanshik dio un paso y luego otro hasta que llegó a ella, tomó sus manos con caballerosidad, ofreciéndole una sonrisa digna de un conquistador, y en seguida comenzaron su danza.

Giraban por toda la pequeña habitación, con pasos refinados, y poco a poco la sonrisa de Chanshik se fue apagando. Luego siguieron sus pasos y, al detenerse completamente, soltó sin brusquedad las manos de la joven dando sus disculpas. Y se fue, abandonando la habitación en silencio.

Cuando Chanshik se expuso a la intemperie, dejó caer sus hombros e inhaló profundamente. Se apoyó del barandal de la terraza del castillo que llamaba hogar y se perdió en el oscuro cielo bañado de estrellas, absorto en sus pensamientos.

Siendo el único príncipe y heredero del reino, a pesar de sus apenas veinticinco, Chanshik debía conseguir esposa, una acompañante para cuando llegue su momento de ascender al trono. Pero él no quería casarse con cualquiera sino hacerlo por amor... Así como sus padres lo hicieron en su oportunidad. Por ello, se había estado encontrando con diversas doncellas, muchachas de la más alta clase, pero no lograba sentir nada. Y sabía que aquel sentimiento que dormía en su interior despertaría cuando encontrara a la persona ideal, a aquella que lo amaría y él le devolvería ese amor incluso con mayor intensidad.

Entonces, dejándose llevar por la calma de la noche, cerró los ojos y pidió un deseo a las constelaciones... Poder encontrar a la persona que permanecería a su lado por siempre. Sin embargo, en seguida se dio cuenta de que era absurdo lo que estaba haciendo, ya él era mayorcito como para creer y depender en esas cosas, y dispuesto a regresar a la realidad abrió los ojos... Llevándose una gran sorpresa.

El cielo oscuro fue suplantado por un color azul brillante, cegador, y no había rastro del castillo, ni del jardín que lo rodeaba, ni de nada conocido para él, ahora sólo podía ver nubes blancas y esponjosas. Chanshik dejó salir el aire contenido en sus pulmones, debido a la impresión, y soltó una risa. No sabía que estaba pasando, pero no quería pensar en ello... ¡Tenía un buen presentimiento!

Y con un impulso, dejándose llevar por una sensación de adrenalina ante lo desconocido, Chanshik se adentró al lugar esponjoso y claro. Dentro, no había más que nubes a su alrededor, tan bonitas y suaves a simple vista, y detuvo su inspección cuando visualizó a un muchacho no muy lejos. Este llevaba el cabello rosa y ropas del mismo color, combinado con un azul tan claro como el cielo. Además, se hallaba sentado en el suelo (Sobre las nubes, realmente) y... ¿Estaba comiendo de estas? Oh, así que eran comestibles...

No encontrando nada más, y estando realmente curioso, Chanshik se le acercó al desconocido. Cerca, pudo presenciar su expresión: cejas levemente fruncidas, un puchero apretado mientras comía y sus mejillas infladas. Parecía molesto, pero a sus ojos resultó realmente adorable. Sonrió y se puso de rodillas a su lado, sintiendo la suavidad de la superficie, y llamó su atención. El muchacho lo miró con sorpresa y el príncipe le dedicó una mirada inocente antes de abrir la boca:

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