capitulo 1

14 1 0
                                    


Sus manos se encuentran al punto de congelarse, tiene demasiado frío.Unas pequeñas manitas hacen contacto con sus ojos

-¿Quién soy?- Pregunta una delgada voz que se le hace conocida a la contraria

-¿Conejo?

-Agh, ¿Por qué siempre me pillas?

-Porque conozco tu voz- Responde volteando hacia su dirección con la intención de abrazarlo, a pesar de tener tan solo cinco años,se tienen un gran afecto

Se crea una hermosa escena cuando el pequeño Jeon la abraza como si fuera un oso de felpa, estremeciéndola entre sus brazos,tal vez puede que tengan frío,sin embargo es lo más irrelevante en el momento

-así que ¿Qué jugaremos hoy?-La sonrisa del joven se borra en menos de un segundo, creando un puchero en sus delgados labios

-Val, yo... Yo me voy

-¿A dónde irás? ¿Puedo ir contigo?

-Yo me iré,muy lejos, papá tiene que trabajar allí.

Un pequeño gesto que apunta que va a llorar se hace presente en Valeria

-¿No puedo ir contigo conejo?-Dice con la voz entrecortada

-No lo sé

-Ven- Refuta tomándolo del brazo hacia la cocina, donde sus madres hablaban alegremente

-¡Mamá!- La nombrada se sobresalta por el tono de voz que acaba de usar, pues su hija nunca había gritado de esa forma

- Cielo, ¿Que sucede?

-Señora, quiero que Val se vaya conmigo- Dice tomando su mano, mientras las dos adultas se sorprenden ante su acción

-Hijo...

- Mamá, yo quiero que Val esté conmigo, por favor- Interrumpe alargando la "o", para luego hacer ojos de cachorro a su madre

- Pequeño, no podemos hacer eso

- ¿Por qué no?- Pregunta Val

- Sucede que ellos se van muy lejos de aquí, no estarán aquí por mucho tiempo, lo siento val

La pequeña siente un nudo en la garganta horrible, es pequeña, pero acaba de entender lo que está pasando, se irá, no volverá jamás.

De repente la señora Jeon recibe una llamada

- ¿Están listos?... Iré ahora mismo entonces-La señora vuelve su vista a la joven, mirándola con lástima- Le diré, adiós.

- ¿Quién era?

- Mi esposo- Resopla- Me dijo que ya es hora de tomar el vuelo, se adelantó al parecer, debemos ir a casa

-los acompañamos si es así

- Claro.

En todo el camino ambos crearon un ambiente de silencio devastador, pues ya es hora de dejarse ir. En el taxi, trataron de hacer el máximo contacto que fuera posible, abrazándose y por supuesto, con besos en la mejilla. Ya era hora, el momento más doloroso se hacia presente

-Adiós, val- Dice con lágrimas bajando por sus mejillas

-Adiós, conejo, jamás te olvidaré-Responde para luego abrazarlo y dejar escurrir unas cuantas lágrimas en su sueter

-Hijo, es hora.

-¿Val?

-¿Conejo?

-Conserva esto, quiero que lo tengas por nuestra amistad, por...mí- Dice separándose para luego darle una hermosa pulsera que, claro no era de su ajuste, pero era hermosa, con hermosa lentejuelas y una "VJ" hechas en letra de porcelana.

- La tendré siempre, conejo

-Adiós- Finaliza, tomando la mano de su padre para dirigirse al vuelo, pero se detuvo, girando y corriendo en dirección opuesta hacía val

-¿Qué haces?- Pregunta confundida, viendo al pequeño con la respiración agitada llegando hasta ella, al punto de sentir su respiración. El contrario toma con su pequeña mano una de sus mejillas para luego unir sus delgados labios, sí, era el primer beso de los dos, otra razón para no olvidarse

-Adiós, recuerda algo, Volveré por ti, lo prometo- Dice para luego correr de nuevo a donde su padre, quien seguía intacto admirando aquella escena



La promesaWhere stories live. Discover now