-Me encanta jugar.-Para ella seguramente solo haya sido una respuesta simpática, pero para Paula había sido como encontrar un tesoro.

Empezó a llamar a Aitana mientras corría escaleras arriba. Reí mirando a mi hija y sentí como se me iba un peso de encima.

-Le has caído excelente, eso es bueno.

-Es una niña adorable.- Me miró sonriendo y señaló al piso de arriba,preguntándome con la mirada si podía ir donde le esperaba mi hija. Asentí rápidamente.

-Si necesitáis lo que sea estaré aquí. Es la segunda puerta a la derecha.

Aitana.

Aitana comenzó a subir las escaleras mientras pensaba en el hombre que había dejado abajo. Era amable, aunque demasiado serio, excepto cuando su hija estaba delante. Se podía ver a kilómetros el amor que se tenían.

Comenzó a escuchar la risa de Paula, en la habitación del fondo. Abrió la puerta y se encontró con la niña llena de plumas mientras se tiraba a la cama matrimonial. Al escuchar la puerta se giró y su expresión cambió totalmente al ver a Aitana. Ahora la miraba con pánico por el descubrimiento que había hecho.

-No le digas a mi papá, por favor.

-¿Esta es la habitación de tu papá?- La niña asintió mientras intentaba coger las plumas con sus pequeñas manos, fallando.

-Sí, pero porfi, no le digas nada.

-Vale, te lo prometo. Pero hay muchas plumas aquí, cielo.

Paula miró a su alrededor y asintió triste.

-Me va a pillar y se enfadará conmigo.- Al verle la cara se me partió el corazón.

-No lo hará.- Paula la miró.- ¿Sabes por qué?

-¿Por qué?

-Te ayudo a limpiar esto y ahora jugamos, ¿vale?

Paula dio un brinco de la cama y comenzó a juntar las plumas.

Aitana cogió una bolsa limpia del cuarto de baño y comenzaron a meterlas todas ahí mientras se conocían poco a poco. La niña le había parecido preciosa y la había aceptado.

Cuando acabaron a la niña se le iluminó la cara.

-¿Podemos ir al cine?- Aitana se quedó en blanco. No sabía si Luis le dejaría llevarse a su hija fuera de casa. Ni siquiera le dio tiempo a reaccionar cuando la niña tiraba de ella hacia el salón, frente a su padre.- Papá, ¿podemos ir al cine?

Luis frunció el ceño. A su hija no le gustaba el cine, siempre decía que estaba muy oscuro.

-¿Quieres ir?- Vio como su hija asentía con una sonrisa de oreja a oreja.- Claro, vamos.

Se levantó y se llevó a la niña, diciendo algo sobre que iba a peinarla. Aitana pensaba que irían solas, hasta que dijo "vamos". Los tres.

Ambos volvieron y vio como Luis cogía las llaves del coche. Era gris con algunos detalles rojos. El camino fue silencioso, a excepción de Paula, que iba cantando las canciones de los cantajuegos. Luis en cuanto tenía la oportunidad la miraba sonriendo. Se quieren mucho.

Cuando llegaron Luis cogió a Paula delicadamente mientras hacían fila para comprar las entradas. Había mucha cola para ser lunes.

Se dio cuenta de que Luis Cepeda era muy ansioso, llevaban apenas cinco minutos en la cola y ya estaba desesperado por irse a la sala de cine.

-Podríamos haber comprado las entradas por internet en lugar de hacer cola.- El tono que utilizó fue demasiado brusco.

-Pero Paula quería venir ahora, Luis.- Aitana habló sutilmente, con cuidado.

-Solo digo que podríamos habernos ahorrado esta cola, pero no...- Aitana se echó a reír.- ¿De qué te ríes?

-Nada, Luis.

La fila iba demasiado lenta. Aitana entendió por la reacción de Luis que no hacían esto a menudo y que esto era nuevo para él. Paula se bajó de los brazos de su padre y cogió a Aitana de la mano, diciendo que iban a comprar las palomitas.

Paula iba y venía, de Aitana a Luis y de Luis a Aitana. Era el primer día en su trabajo y sentía que lo conocía de antes, por su forma de ser. Se giró para mirar a Luis. A decir verdad, tenía bonitos rasgos.

Cuando compró las palomitas y las bebidas se encontró a ambos esperándola a un lado. Luis se acercó para ayudarla y Paula cogió las entradas, asegurando que no las perdería. Faltaban aún quince minutos para que empezara la película.

-Vamos rápido, no quiero perder el sitio.- Aitana se rió otra vez y el no pudo evitar sonreír también.

-Los sitios no se pierden, Luis.

Pero a Luis no le importó, quería entrar ya.

-No importa, si no entramos ya Paula va a perder las entradas.

Entraron a la gran sala de cine y en cuanto empezó la película no pudo evitar pensar de qué le sonaba Luis, o quizás algún familiar suyo.

Aitana se había mudado a Madrid un mes atrás, pero viajaba todos los veranos durante un par de semanas con su amiga Amaia a la ciudad. Quizás le habría visto algún verano.

Una hora y algo después la película había terminado.

-¿Qué tal la película, eh?- Luis le preguntaba a Paula mientras la sostenía en brazos. La niña sonreía cuando Luis la cogía.

-¡Genial!- Paula había adorado a los monstruos de Hotel Transilvania.

-¿Y a ti que te pareció, Aitana?- Luis la miró sonriendo. Parecía otro cuando estaba contento.

-Ha estado bien. He esperado para ver esa película mucho.- Y era verdad, podía ser una adulta pero amaba ver esas películas con sus primos.

Una vez fuera Luis le hizo un gesto a Aitana para que se subiera al coche, ella obedeció y el se encargó de subir a Paula. Un silencio incomodo llenó el coche. Solo se escuchaba a Paula comer las pocas palomitas que le habían quedado.

Aitana miraba a Luis mientras conducía. Sus facciones son duras.

-Te he pillado.- Luis ni siquiera había despeado la vista de la carretera. Aitana se sobresaltó.

-¿Qué?

-Que te he pillado mirándome.- Volvía a estar serio.

Aitana sentía como le ardían las mejillas.

-No... yo no...

-No pasa nada.- Fue tan cortante que la conversación acabó ahí.

Lo menos que quería Aitana era quedar como una niña embobada con él, y lo había hecho. Le daba una vergüenza increíble, no quería que se pensara que le gustaba, porque no era así. Ella estaba ahí por Paula, era una empleada.

-Luis, yo no te estaba mirando.- Dijo nerviosa. Luis la miró.

-Vale, mujer. He dicho que no importa.

-Solo he pensado que tenías un perfil bonito.

-¿Ya no lo tengo? ¿Se ha ido?- Luis sonrió y Aitana soltó una risa, relajándose.

-No, no se te ha ido.

¡Hola! Bueno, este es el capítulo 2. Ha sido el doble de largo que el primero porque quería hacer una pequeña introducción con Luis solo, pero aquí ya han aparecido Paula y Aitana y se han conocido entre si. Seguramente mañana suba capítulo por la noche, muchas gracias por leer y si queréis decirme cualquier cosa sobre la historia podéis comentarme o mandarme un mensaje. Besos.

Pídeme la vida | AitedaWhere stories live. Discover now