¿Qué es lo que siento? Parte I

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En ningún momento llegó a la conclusión de que era raro que su mente hiciera esa comparativa con la relación que llevaba con su mejor amigo, pero sí pensó que debía hablar con su madre al respecto. El asunto tal vez no lo preocupaba, pero sí lo llenaba cada vez más de intriga.

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Ese mismo día después de llegar a casa, aprovechó un momento en que estaba solo con su madre. Tenía una enorme complicidad con ella y confiaba en que le ayudaría.

—Mamá, tengo un problema... —se acercó mientras ella estaba cosiendo algunas prendas.

—¿De qué se trata, hijo?

—Bueno, no es como un problema en realidad. Pero yo... no sé que hacer...

Tampoco sé si debería hacer algo en realidad.

—¿Se trata de algo con Kaworu?

El pequeño abrió enormemente los ojos y miró a su madre, algo asustado.

—¿Cómo lo supiste...?

—Lo supuse, cariño. Pero, ¿Qué ocurrió? No me digas que se pelearon... —preguntó algo más interesada.

—No.

—¿Se han distanciado? ¿Sientes que ya no son tan amigos como antes? —insistió Yui.

—No, no... no es nada de eso, mamá... —Shinji quedó pensativo. Tal vez era algo como eso... Claramente ya no sentía que eran amigos de la misma forma. Era por demás raro de explicar, pero en el relativamente poco tiempo que llevaban siendo amigos, algo había cambiado.

Su madre dejó sus quehaceres, y lo abrazó dulcemente por un momento que se le hizo muy largo a Shinji.

—Cariño, sabes que puedes contarme lo que sea... —Yui era una madre comprensiva, atenta y no había nada que no entendiera sobre su hijo. Pero tal vez lo siguiente sí le caería como un balde de agua fría.

—No sé cómo decir esto, pero me agrada mucho estar con Kaworu —evitó el contacto visual con su madre y juntó sus dedos tímidamente.

Yui imaginó que tal vez era normal que Shinji le tomara importancia a algo tan banal, ya que nunca había tenido un amigo tan cercano. Fue lo único que pudo articular en su mente al oír esa declaración que parecía tan obvia y tan simple.

—Pero, hijo mío, eso es completamente normal. Kaworu es tu mejor amigo ¿No?

—Sí, pero es que de verdad me gusta mucho estar con él. Mucho mucho.

—No logro entender... ¿Cómo es eso? ¿Puedes explicármelo, hijo...?

Shinji se sintió con una confianza tambaleante, que hizo que, o hablara más de la cuenta, o redundara.

—Me siento muy feliz a su lado... me gusta que me abrace. Y... no lo sé. Me siento muy muy feliz con él —miró a su madre, que estaba con una expresión pasmada y a la vez tranquila— ¿Eso es malo? —preguntó sacando a relucir toda la inseguridad que había creído inútil para aquella charla.

Era un asunto irrelevante, ¿Verdad?

Nada cambiaba si se sentía así con Kaworu, ¿Verdad?

¿Pero por qué con cada palabra expresada se ponía cada vez más ansioso e inquieto?

Tal vez su madre no estaba siendo tan buena confidente en esta ocasión.

Yui permanecía algo pensativa. No dejaba de sonreírle suavemente, pero tampoco se expresaba para dar a entender a su hijo que aquello no era algo malo. Y como ella tampoco quería sacar una conclusión apresurada, optó por llevar el barco por otro rumbo.

Seamos amigos (KawoShin)Where stories live. Discover now